Luego de que Facebook perdiera casi 6 mil millones de dólares por la caída de esa red social, Instagram y WhatsApp, su dueño, Mark Zuckerberg, se convirtió en portada de la revista Time.
De acuerdo con la publicación, el millonario dueño de Facebook aparece de frente con una pregunta que cubre su boca sobre si habría que eliminar la plataforma.
“¿Borrar Facebook? Cancelar. Borrar”.
Dice la portada de la revista Time.
Lo más curioso fue que dicha revista nombró a Zuckerberg en 2010 la persona del año, y su editor Richard Stengel describía a su compañía que “era algo que estaba transformando nuestra manera de vivir”.
Aquella portada contrasta con la de este 2021 en la que Time publicó un artículo llamado “Facebook no se arreglará solo”, en el que Roger McNamee, antiguo asesor de Zuckerberg, dijo que a “Facebook le gusta transferir la responsabilidad a otros, incluidos los usuarios, pero no se puede culpar a los usuarios por los daños causados por la plataforma, ni se debe esperar que solucionen esto”.
“Innumerables familias, pequeñas empresas, pacientes y artistas dependen de Facebook. Las partes buenas de Facebook no requieren capitalismo de vigilancia, pero sin él, Facebook la empresa sería mucho menos rentable”.
Roger McNamee, antiguo asesor de Zuckerberg.
Facebook alimenta la división, afirma exempleada
Otra de las polémicas que enfrenta la compañía de Zuckerberg es la declaración de la exempleada de la red social Frances Haugen, quien señaló que el gigante de las redes sociales alimenta la división, perjudica a los niños y necesita urgentemente ser regulado, y empujó a miembros del Congreso a comprometerse a tomar medidas largamente pospuestas.
Haugen testificó en el Capitolio tras haber filtrado a autoridades y al diario The Wall Street Journal un enorme archivo de investigaciones internas del gigante de las redes sociales.
Ante los legisladores enfatizó el peligro de concentrar tanto poder en manos de un servicio que se ha vuelto parte de la vida de miles de millones, así como los riesgos de que sus plataformas alimenten trastornos alimenticios, vergüenza corporal e insatisfacción personal, particularmente entre los jóvenes.