Decenas de miles de brasileños salieron de nuevo este sábado a las calles de varias ciudades de Brasil para pedir la destitución de su presidente, Jair Bolsonaro, cada vez más desgastado sobre todo por su caótica gestión de la pandemia.
Es la cuarta jornada de manifestaciones convocada por partidos políticos de izquierda, sindicatos y movimientos sociales contra el mandatario, que además está siendo investigado por la Fiscalía por supuestamente no denunciar sospechas de irregularidades en la negociación de vacunas anticovid.
Una de las marchas que arrancó más temprano, de las más de 400 convocadas en ciudades y municipios de Brasil y en lugares del exterior, fue la del centro de Rio de Janeiro, donde miles de personas hicieron sentir sus reproches.
En Rio, los manifestantes, la mayoría vestidos de rojo y con máscara para prevenir el contagio del coronavirus, portaban pancartas con lemas como:
- “Fuera corrupto criminal”
- “Nadie aguanta más, fuera Bolsonaro“
- “Las revoluciones son imposibles hasta que se vuelven inevitables”
“Es muy importante que todo aquel que se sienta ofendido u oprimido por este gobierno, venga a la calle, porque necesitamos luchar por la vuelta a la democracia”,
Declaró Laíse de Oliveira, una asistente social de 65 años.
Hasta el inicio de la tarde, la prensa brasileña reportó imágenes de avenidas llenas de manifestantes incluidas vistas aéreas además de protestas contra Bolsonaro en 20 de los 26 estados de Brasil.
Ni los organizadores ni las autoridades han divulgado una estimación global de asistentes a las marchas, que aún se desarrollan en el país. Para media tarde, están previstas manifestaciones en otras capitales, entre ellas Sao Paulo, que suele ser la más concurrida, y Brasilia.
Pero de momento Bolsonaro cuenta con apoyo suficiente en el Congreso para bloquear estas iniciativas de destituirlo, incluido el respaldo del presidente de la Cámara de Diputados, que es quien debe dar curso a ese tipo de demandas.