Macron y Barnier enfrentan moción de censura y amenazas de la extrema derecha en Francia
El nuevo gobierno del presidente Emmanuel Macron arrancó este lunes en Francia bajo la presión de la extrema derecha y la amenaza de una moción de censura por parte de la izquierda. Durante su primera reunión, el recién nombrado primer ministro Michel Barnier instó a su equipo a actuar con “modestia” y “respeto” hacia todas las fuerzas políticas, en un contexto marcado por la división en la Asamblea Nacional.
Macron provocó esta crisis al adelantar sorpresivamente las elecciones legislativas de 2027, lo que resultó en una Asamblea Nacional sin mayorías claras. En respuesta, nombró a Barnier como primer ministro con el objetivo de formar un gobierno de unidad, pero sólo logró atraer al centroderecha y a su propio partido, dejando fuera a la coalición de izquierda y a la extrema derecha.
La amenaza de la extrema derecha y la moción de censura en Francia
El partido Agrupación Nacional (RN), liderado por Marine Le Pen, ha asumido el papel de árbitro en esta crisis política, advirtiendo que buscarán “influir” en el nuevo gobierno. Según el diputado Sébastien Chenu, presionarán para obtener resultados en temas de seguridad, inmigración y poder adquisitivo, y si el gobierno no responde a estas demandas, asumirán sus responsabilidades.
Mientras tanto, la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) anunció que presentará una moción de censura contra el gobierno de Barnier, lo que pone en riesgo su supervivencia política.
Restablecer el orden: la prioridad del nuevo ministro del Interior
El nuevo ministro del Interior, Bruno Retailleau, ha establecido como prioridad “restablecer el orden” en Francia. Con un enfoque conservador y cercano a las posturas de la extrema derecha, su nombramiento ha generado malestar incluso dentro de la alianza de Macron. Retailleau también sugirió que no es un tabú suprimir la ayuda médica de emergencia a los migrantes en situación irregular.
Este enfoque en temas de seguridad e inmigración es parte de las demandas tradicionales de la extrema derecha, pero el partido de Le Pen esperará la presentación del proyecto de presupuestos para 2025, prevista para inicios de octubre, antes de decidir si apoya la moción de censura.
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Una prueba crucial en Francia para Macron y Barnier
El primer ministro Barnier enfrenta un desafío crucial para demostrar su capacidad de gestionar las finanzas públicas y mejorar los servicios públicos en Francia. Aunque ha descartado un aumento generalizado de impuestos, sugirió que los contribuyentes más ricos y las empresas con mayores beneficios podrían hacer un “mayor esfuerzo” fiscal.
La rápida adopción de una moción de censura sería un duro golpe para Emmanuel Macron, quien rechazó designar como primera ministra a la candidata de izquierda Lucie Castets, argumentando la necesidad de estabilidad institucional. Sin embargo, la composición del nuevo gobierno ha generado frustración tanto en la oposición como dentro de la propia alianza de Macron, que no ha ganado las últimas dos elecciones.
En un contexto donde la extrema derecha se posiciona con fuerza para las elecciones presidenciales de 2027, Macron y Barnier deberán navegar en medio de una tormenta política que amenaza con intensificarse.
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