Tres especialistas en “experimentos naturales”, el canadiense David Card, el estadounidense-israelí Joshua Angrist y el estadounidense-holandés Guido Imbens, obtuvieron este lunes el Premio Nobel de Economía.
El trío “nos brindó nuevas ideas sobre el mercado laboral y mostró qué conclusiones se pueden sacar de experimentos naturales en términos de causas y consecuencias”, explicó el comité Nobel en un comunicado.
“Su planteamiento se extendió a otros ámbitos y revolucionó la investigación empírica”, señaló el jurado del “premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en recuerdo de Alfred Nobel“, el último galardón que cierra la semana de los Nobel.
El premio recompensa al canadiense David Card, nacido en 1956, “por sus contribuciones empíricas a la economía del trabajo”.
Con experimentos naturales, Card analizó los efectos del salario mínimo, la migración y la educación en el mercado laboral. “Sus estudios de principios de los años 1990 pusieron en entredicho las ideas recibidas, lo que condujo a nuevos análisis y nuevas perspectivas”, según el jurado.
Los resultados de sus investigaciones mostraron que el aumento del salario mínimo no supone necesariamente una reducción del empleo.
Gracias a sus estudios, “nos hemos dado cuenta de que los recursos en los colegios son mucho más importantes para el futuro éxito de los estudiantes en el mercado laboral de lo que pensábamos”.
Angrist, de 61 años, e Imbens, de 58, fueron recompensados de forma conjunta “por sus contribuciones metodológicas en el análisis de las relaciones causa y efecto”.
A mediados de los años 1990, los dos investigadores demostraron cómo conclusiones precisas sobre las causas y los efectos pueden ser fruto de experimentos naturales.
El año pasado, el premio fue para los estadounidenses Paul Milgrom y Robert Wilson por haber mejorado la teoría de subastas y haber inventado nuevos formatos de subastas.