Un narcotraficante envió un mensaje de texto a otro diciéndole que tenía un “trabajito” y una forma segura de hacerlo: dos kilos de cocaína de Bogotá vía valija diplomática de la embajada de Francia.
Ambos se expresaron sin rodeos porque usaban un modo de comunicación nuevo y seguro: un celular de mensajería altamente encriptada llamado ANOM. “Ya han recibido algunos paquetes”, le aseguró Baris Tukel al comprador, Shane Geoffrey May, según documentos judiciales estadounidenses. Como prueba, envió por mensaje de texto imágenes de una bolsa etiquetada “Valise Diplomatique Francaise” y fotos de paquetes de droga bien envueltos.
Ninguno de los dos tenía idea de que ANOM había sido producido y distribuido por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos, y que todos sus mensajes se estaban copiando directamente en uno de los servidores del FBI.
La aplicación del FBI, ANOM, que permitió detener a 800 delincuentes en todo el mundo fue el resultado de una idea brillante y una proeza tecnológica, que sin embargo no habría funcionado sin un importante trabajo de infiltración que le permitió a la agencia tender una trampa a cientos de narcos.
Durante tres años se distribuyeron entre delincuentes de todo tipo cerca de 12 mil teléfonos con una aplicación de mensajería administrada en secreto por el FBI, según cifras de la policía federal estadounidense, la agencia policial europea Europol y varios países.
¿Cómo funciona la app ANOM?
La aplicación, llamada ANOM, permitía a la policía leer directamente las conversaciones que los sospechosos creían encriptadas.
“No es un engaño ordinario sino una muestra de cómo las operaciones encubiertas en la lucha contra el crimen organizado son fundamentales”, dijo Vanda Felbab-Brown, analista de la Brookings Institution de Estados Unidos.
Desarrollar ese “espía” fue una buena idea pero luego hubo que distribuirlo sin levantar sospechas.
“No me imagino una operación así en México. Habría un enorme riesgo de que se viera comprometida por funcionarios corruptos”.
En 2018, la infiltración del FBI en los sistemas de comunicación encriptados Phantom Secure y “Sky Global había permitido el acceso a las comunicaciones de decenas de miles de usuarios, entre ellos grandes nombres del crimen organizado.
¿Cómo ayudó?
El cierre de esas plataformas creó un vacío que el FBI quiso llenar con su propio sistema, ANOM. Una “fuente humana confidencial” no identificada lo diseñó y aceptó difundirlo en el mercado negro.
Tres años después, la operación llevó a:
- 800 detenciones
- 700 lugares registrados
Además, la incautación de:
- 8 toneladas de cocaína
- 22 toneladas de cannabis
- 250 armas de fuego
- Más de 48 millones de dólares
¿Cuál es el impacto psicológico de ANOM?
El impacto de este golpe al crimen organizado de la app ANOM es también psicológico.
“Infunde mucha inseguridad en las altas esferas de los grupos, que desconfiarán unos de otros. Cada vez que las autoridades consiguen sembrar la desconfianza, dificultar la cooperación, es una victoria táctica importante”, afirmó Flebab-Brown.
Por esos los observadores prevén ahora cierta tensión. ¿Cómo se comunicarán las bandas? ¿Se verán tentadas por el contacto físico, muy arriesgado? ¿Se ralentizará la actividad? ¿Surgirá un nuevo sistema de mensajería encriptada?
“Imagino que mucha gente está rompiendo sus teléfonos y escondiéndose. Es la primera vez que las fuerzas del orden diseñan y despliegan su propio servicio de comunicación encriptada. Y sólo eso podría disuadir a otros grupos delictivos de utilizar servicios similares. ¿Cómo se puede confiar en ellos?”, indicó Bryce Pardo, del centro de estudios RAND de Washington.
Según Vanda Felbab-Brown, el futuro de la lucha contra el crimen mezclará “tecnologías ultramodernas con métodos primitivos”. “El juego del gato y el ratón todavía no terminó”.