El periodista Evan Gershkovich y otros dos prisioneros liberados llegaron a Estados Unidos este jueves, donde los recibieron el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, después de un enormee histórico intercambio con Rusia.
Un avión que transportaba a Gershkovich, al exmarine estadounidense Paul Whelan y a la periodista Alsu Kurmasheva aterrizó en la base militar Andrews, en las afueras de Washington.
Los tres figuraban entre los 26 prisioneros liberados a primera hora del jueves en el mayor canje de prisioneros entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría.
Más temprano, Biden calificó el pacto de “hazaña diplomática”. “Hoy, su agonía ha terminado”, dijo en un comunicado.
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Un cuarto prisionero liberado, Vladimir Kara-Murza, crítico ruso del Kremlin con residencia en Estados Unidos, también se encontraba entre los liberados, pero regresaba por separado a Estados Unidos.
Diez rusos, incluidos dos menores, fueron intercambiados por 16 occidentales y rusos detenidos en Rusia y Bielorrusia, indicó la presidencia turca en un comunicado.
Los servicios de seguridad rusos (FSB) confirmaron que “ocho ciudadanos rusos detenidos en varios países de la OTAN y dos niños menores” volvieron a Rusia en el marco de ese acuerdo.
“Quiero felicitarlos por su regreso a la patria”, declaró el presidente ruso, Vladimir Putin, al recibirlos en el aeropuerto moscovita de Vnukovo.
Según Ankara, Biden agradeció en una llamada a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, por “garantizar” que el canje “se concretara sin contratiempos”.
El Kremlin expresó su “agradecimiento a los dirigentes de todos los países que ayudaron a preparar el intercambio”, sin detallar, e indicó que Putin indultó a los prisioneros liberados en el marco del canje.
Prisioneros rusos son liberados
Consultado por periodistas sobre si estaría dispuesto a hablar directamente con el mandatario ruso tras el intercambio, Biden contestó: “No necesito hablar con Putin”.
Entre quienes debían regresar a Rusia figura Vadim Krasikov, encarcelado en Alemania por el asesinato de un exlíder independentista checheno.
El gobierno alemán admitió que aceptar liberar a Krasikov no fue una “decisión fácil”.
Parte de los liberados por Moscú y Minsk fueron trasladados a Colonia, entre ellos Rico Krieger, un alemán sentenciado a muerte en Bielorrusia por espionaje que fue indultado esta semana.
“Muchos temieron por su salud e incluso por sus vidas”, explicó el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, que los recibió en el aeropuerto.
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Amnistía Internacional (AI) apuntó que el canje es una señal de que Putin “está instrumentalizando claramente la ley para usar a prisioneros políticos como peones”.
Desde hacía varios días se especulaba acerca de la inminencia de un acuerdo.
Este fue el primer canje de prisioneros entre Moscú y países de Occidente desde la liberación, en diciembre de 2022, de la jugadora de baloncesto estadounidense Brittney Griner, detenida en Rusia por un caso de drogas e intercambiada por el famoso traficante de armas ruso Viktor Bout, encarcelado en Estados Unidos.
En 2010, otro acuerdo permitió liberar a 14 espías, entre ellos la rusa Anna Chapman, condenada en Estados Unidos, y Serguéi Skripal, un agente doble encarcelado en Rusia.
Liberan a periodista acusado de espiar para Rusia
También fue liberado el reportero español de origen ruso Pablo González, detenido en Polonia desde hacía más de dos años por ser sospechoso de espiar para Moscú, anunció su abogado, Gonzalo Boye.
El periodista, nacido en Rusia, trabajaba para el diario en línea Público y la cadena de televisión La Sexta. Fue detenido por los servicios de inteligencia polacos cerca de Ucrania el 28 de febrero de 2022, cuatro días después del inicio de la invasión rusa.
González, de 42 años, “vuelve ahora a la libertad tras un período de injusta reclusión”, indicó Boye en un comunicado enviado a la AFP.
En el pacto entraron también opositores del Kremlin como Kara Murza o Ilia Yashin, encarcelados por criticar la invasión de Ucrania.
“Estoy agotada. No lo creíamos y no sabíamos nada hasta el último momento”, declaró a la AFP la madre de Yashin, Tatiana Yashina.
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Otra liberación destacada fue la del periodista Evan Gershkovich, de 32 años, detenido en marzo de 2023 durante un reportaje en los Urales y condenado en julio a 16 años de cárcel por cargos de espionaje.
Tanto él como su familia, sus allegados y la Casa Blanca aseguran que las acusaciones rusas carecían de fundamento.
Este jueves, el diario The Wall Street Journal, para el que trabaja Gershkovich, se declaró “lleno de alivio” por su liberación.
La oenegé Reporteros Sin Fronteras (RSF) se declaró “inmensamente aliviada” por su puesta en libertad. “La continua política del gobierno ruso de tomar rehenes es indignante”, señaló en un comunicado.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, reveló que también se había planeado un acuerdo para intentar liberar al opositor de Putin, Alexéi Navalni, pero “desafortunadamente, murió” en febrero de este año en cautiverio.
Washington también trabajó entre bastidores para conseguir la liberación del exmarine Whelan, apresado por espionaje, quien además tiene las nacionalidades británica, irlandesa y canadiense.
Las detenciones de estadounidenses en Rusia aumentaron en los últimos años. Con esta táctica, el Kremlin busca, según Washington, conseguir la liberación de rusos condenados en el extranjero.