El nadador británico Lewis Pugh recorrió a nado los más de 500 kilómetros del río Hudson, que desemboca al sur de Manhattan y Nueva Jersey en Estados Unidos, para recordar al mundo que los ríos son “esenciales para la vida en la tierra”.
En vísperas de la semana de alto nivel de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que se inicia la firma del recientemente acordado Tratado de alta mar, el nadador de resistencia, también con nacionalidad sudafricana, recuerda que hace sólo 50 años sumergirse en ese río, “uno de los más contaminados del mundo, hubiera sido imposible“, dijo este miércoles al término de su hazaña.
“Necesitamos tener unos ríos limpios y saludables”, aboga Pugh, designado por la ONU en 2013, primer patrón de los océanos, que ha nadado en la Antártida, el Polo Norte, el mar Rojo y lagos del Himalaya para concienciar al mundo de su importancia y de que, además de nadar, se pueda pescar y comer el pescado con seguridad.
Además de exuberante fauna y flora, en los 32 días que ha durado su aventura, personas de todas las edades han recorrido con él algunos tramos, una clara señal para este defensor del medioambiente de que “la gente ha vuelto a nadar de nuevo en el río”.
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Lewis Pugh, su recorrido por el río
La odisea del nadador se inició en la naciente del Hudson, en las montañas de Adirondack, en el norte del estado de Nueva York, y se extendió hasta su desembocadura entre Manhattan y Nueva Jersey.
Muchas personas que encontró en el trayecto recordaron cómo cambiaba el color del río antes de que en la década de 1970 las autoridades decidieran sanearlo: “un día podía ser amarillo, al siguiente azul y al otro verde, dependiendo de lo que se estuviera tiñendo, como si estuvieran tiñendo ropa u otra cosa”, recuerda.
Pugh espera que su hazaña, al ser la primera persona que ha recorrido las frías aguas del emblemático río a nado, sirva para que las poblaciones de Asia, África, Sudamérica o Europa “se digan: nuestro río también puede salvarse”.
Como el río Sena que pasa por París, la capital francesa, donde se espera que a partir de los Juegos Olímpicos de 2024 se pueda nadar sin riesgos para la salud por primera vez en 100 años.
Para eso, el costarricense Carlos Manuel Rodríguez, presidente del Global Environment Facility (GEF), que trabaja en 150 países, dijo al término de la hazaña de Pugh que, para ello, se debe “cambiar el consumo irracional y el sistema productivo” actuales.
“Si los humanos desparecieran del planeta, en un año, los ríos se habrían recuperado, pero no queremos que los humanos desaparezcan, queremos que los ríos estén limpios y tenemos el conocimiento y los recursos para hacerlo“, recordó.