En entrevista para UnoTV, el periodista y analista político boliviano Raúl Peñaranda discutió la tensa situación política en Bolivia, marcada por la rivalidad entre el expresidente Evo Morales y el actual presidente Luis Alberto Arce. Peñaranda explicó que la crisis actual se desencadenó tras una fuerte declaración del excomandante Juan José Zúñiga contra Morales, en la que amenazó con arrestarlo, lo que refleja la pugna intensa entre los dos exaliados políticos.
Peñaranda destacó que la situación en Bolivia es muy confusa, con múltiples versiones sobre los eventos recientes. Algunos sectores de la opinión pública creen que los incidentes, incluidos movimientos militares con tanquetas, podrían haber sido orquestados por el gobierno de Arce. El propio general Zúñiga sugirió que estas acciones fueron coordinadas con el presidente.
Además de la pugna política, Peñaranda mencionó los problemas económicos que afectan al país, como la escasez de combustibles y dólares, lo que ha generado protestas sociales y una disminución en la popularidad de Arce, quien busca la reelección el próximo año. La debilidad del gobierno se ve agravada por la falta de control en el Legislativo, donde tanto la oposición de Morales como la oposición tradicional tienen mayoría.
También criticó la capacidad de comunicación del presidente Arce, quien ha ofrecido solo seis conferencias de prensa en tres años y medio de gobierno. Este déficit de comunicación contribuye a la incertidumbre y falta de información precisa entre la ciudadanía.
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El periodista describió cómo la información sobre la presencia militar en la Plaza Murillo, el centro del poder político boliviano, causó pánico entre los ciudadanos, que se apresuraron a regresar a sus casas, formar largas filas en supermercados y cajeros automáticos, y dirigirse a las gasolineras. Aunque la situación se normalizó después de que los militares se retiraron, persisten las dudas sobre si el apoyo al gobierno en la plaza fue espontáneo o coordinado por funcionarios públicos.
Peñaranda concluyó señalando que, aunque el gobierno de Arce ha recibido apoyo de la comunidad internacional, incluyendo la OEA y varios presidentes de la región y Europa, la incertidumbre y tensión en Bolivia son evidentes. A pesar de las preocupaciones, la situación en La Paz y otras ciudades ha vuelto a la normalidad después de varias horas de intensa preocupación.
¿Todo fue un montaje? Juan José Zúñiga afirma se le ordenó “sacar los blindados”
El destituido comandante del Ejército boliviano, Juan José Zúñiga, fue detenido la noche de este miércoles en La Paz, tras comandar un intento de golpe de Estado contra el presidente Luis Arce, bajo los cargos de terrorismo y alzamiento armado.
Zúñiga fue capturado pero antes de su detención reveló que Arce le ordenó que liderara el movimiento de soldados y tanquetas del Ejército.
“El día domingo en el colegio La Salle (de La Paz) me reuní con el presidente (Arce) y el presidente me dijo que la situación está muy jodida, esta semana va a ser crítica”, afirmó el Zúñiga.
Según la versión de Zúñiga, Arce le pidió “preparar algo para levantar su popularidad”. “¿Entonces, sacamos los blindados?”, le preguntó el uniformado, a lo que el presidente respondió “sacá”.
A partir del domingo, complementó, comenzaron a desplazarse hacia La Paz varias tanquetas del Ejército. Zúñiga dirigió la movilización de militares hacia la plaza de Armas de La Paz, donde se encuentra el Palacio de Gobierno y las oficinas presidenciales.
“Las Fuerzas Armadas pretenden reestructurar la democracia, que sea una verdadera democracia. No de unos cuantos”, dijo Zúñiga, mientras se encontraba en el lugar.
Zúñiga, detenido, fue trasladado a las dependencias de la policial Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), donde la fiscalía le tomará sus declaraciones.