El grupo paramilitar Wagner es considerado, desde hace años, el brazo armado de Moscú en el extranjero, especialmente en Siria y varios países africanos, un rol que podría ser cuestionado tras el motín de su líder en Rusia.
Tras una espectacular insurrección que dejó a sus tropas a sólo 400 km de Moscú en 24 horas antes de ordenar el repliegue in extremis, Yevgueni Prigozhin debía, en teoría, exiliarse a Bielorrusia, aliada de Moscú, y retrazar sus relaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin.
La pregunta en el aire es, ¿qué sucede ahora con su actividad en el exterior, donde la milicia privada es conocida por explotar las riquezas locales, proteger a gobiernos, hacer la guerra informativa y llevar a cabo brutales operaciones militares?
Un ascenso sorprendente desde el catering presidencial
Prigozhin, reconocido como el chef de Putin, comenzó su trayectoria empresarial con una empresa de catering que brindaba servicios alimenticios en la residencia presidencial en San Petersburgo. Desde entonces, ha experimentado un crecimiento notable, pasando de vender hot dogs a ofrecer banquetes para presidentes extranjeros.
Wagner: un ejército privado sin bandera
Prigozhin dio un salto cualitativo al formar Wagner, un grupo paramilitar compuesto por aproximadamente 50 mil mercenarios. Este ejército privado ha participado en diversas operaciones en Ucrania, África y se rumorea su posible presencia en Venezuela. Wagner ha abierto franquicias paramilitares en diferentes regiones, sirviendo a presidentes africanos en su lucha contra enemigos sin dejar rastro de banderas.
Conflictos y confrontaciones: Prigozhin vs. el ministro de Defensa
Las tensiones entre Prigozhin y el ministro de Defensa del presidente Putin han generado un conflicto interno. Prigozhin ha amenazado con tomar Moscú y ha cuestionado la estrategia de seguridad rusa. La disonancia entre ambos ha llevado a enfrentamientos, incluso con disparos y bajas en el ejército ruso.
Las amenazas y disonancias de Prigozhin
Prigozhin ha utilizado las redes sociales para comunicar sus mensajes y ha generado empatía entre la gente. Su confrontación con el ministro de Defensa revela la falla en la estrategia de seguridad desde el inicio de la invasión en Ucrania. La falta de capacidad para sancionar a Prigozhin y los daños ocasionados al ejército ruso han puesto en evidencia las fisuras internas.
La estrategia de seguridad rusa puesta en entredicho
El conflicto entre Prigozhin y el ministro de Defensa revela la presencia de burocracia y temor en el Ministerio de Defensa ruso. Aunque no hay fisuras internas visibles, la falta de una respuesta contundente por parte de Putin ante Prigozhin demuestra una estrategia de seguridad mal planteada desde el inicio de la invasión en Ucrania.