La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se reunió el viernes con agentes federales y niños migrantes no acompañados en la frontera sur de Estados Unidos, como parte de un viaje para demostrar el compromiso del gobierno de Joe Biden con las políticas de migración.
La breve visita de Kamala Harris se produjo tras su viaje de este mes a Centroamérica y México, donde abordó las causas profundas de la crisis migratoria que han provocado un aumento de personas indocumentadas que buscan entrar en Estados Unidos.
Cientos de miles de migrantes, la mayoría de Centroamérica, han intentado cruzar al país norteamericano en los últimos meses, lo que provocó duros cuestionamientos de la oposición republicana, que asegura que el enfoque más humano del presidente Biden hacia la inmigración ha generado una crisis fronteriza en lugar de prevenirla.
- “Siempre fue el plan venir aquí”, dijo la vicepresidenta a los periodistas tras aterrizar en El Paso, Texas.
Kamala Harris, a quien Biden encargó la supervisión de los esfuerzos para hacer frente a la crisis migratoria, dijo que creía que las políticas de la Casa Blanca estaban funcionando.
“El presidente y yo estamos absolutamente comprometidos a asegurar que nuestro sistema de inmigración sea ordenado y humano, y creo que estamos haciendo progresos en ese sentido”, afirmó.
Kamala Harris habló con jóvenes migrantes que estaban siendo procesadas en un puesto de entrada de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras, y luego se reunió con defensores de la inmigración y agentes federales mientras recorría un centro de procesamiento.
El viaje de Kamala Harris tiene lugar cinco días antes de que Trump visite con el gobernador de Texas, Greg Abbott, la frontera sur, convertida según el exmandatario en una zona “sin ley” desde la llegada al poder de Biden.