El australiano Julian Assange, encarcelado en Londres desde su detención en 2019 en la embajada de Ecuador, recibió el lunes autorización para apelar ante el Tribunal Supremo británico contra una sentencia de diciembre que permitía su extradición a Estados Unidos.
Washington quiere juzgar al fundador de WikiLeaks, de 50 años, por la publicación a partir de 2010 de unos 700 mil documentos diplomáticos y militares secretos, relacionados principalmente con las guerras dirigidas por Estados Unidos en Afganistán e Irak.
El 10 de diciembre, el gobierno estadounidense había logrado que una corte de apelaciones londinense anulase la decisión previa de no entregarlo.
Pero el exjuez español Baltasar Garzón, coordinador internacional de la defensa de Assange, aseguró que utilizarían “todos los recursos nacionales e internacionales para defender a quien no ha cometido delito alguno y ha resistido heroicamente y con coraje durante más de once años la persecución por defender la libertad de expresión y acceso a la información”.
Julian Assange autorizado a acudir ante el Tribunal Supremo
Este lunes, la Alta Corte de Londres les autorizó a recurrir ante el Tribunal Supremo británico un aspecto específico sobre las garantías ofrecidas por el gobierno estadounidense acerca del trato que allí le sería otorgado a Assange.
Sin embargo, es solo un pequeño paso en un proceso largo y complicado.
“La situación ahora es que el Tribunal Supremo debe decidir si examina la apelación. Pero no nos equivoquemos, hoy hemos ganado”, afirmó la prometida de Assange y madre de sus dos hijos, Stella Morris, saliendo sonriente del tribunal.
“La de hoy es una victoria parcial”, pero “el castigo continúa” para el australiano, que lleva recluido “más de mil días”, subrayó por su parte el redactor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, denunciando la persecución judicial de Estados Unidos como “un flagrante ataque terrorista a la libertad de prensa en todo el mundo”.