Lo que parecía un momento de diversión en TikTok terminó cambiando la vida de Elene Deisadze y de Anna Panchulidze, dos jóvenes que descubrieron que eran hermanas gemelas y que se encontraron gracias a la enorme red social. Unotv.com te trae todos los detalles.
Así descubrieron a su gemela en TikTok
En 2022, Elene Deisadze, una estudiante, navegaba en TikTok cuando se topó con la cuenta de Anna Panchulidze, una joven sorprendentemente parecida a ella.
Intrigada, Elene contactó con Anna y las jóvenes, que hoy tienen 19 años, entablaron una amistad digital, en la cual su parecido era un tema recurrente.
Sin embargo, su vida estaría por cambiar radicalmente, pues, cuando Elene y Anna cumplieron 18 años, se enteraron, cada una por su lado, de que eran adoptadas.
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Con la nueva noticia y ante tanta coincidencia, las jóvenes decidieron hacerse una prueba ADN. El resultado les cambió la vida: eran de la misma familia y además hermanas gemelas.
Fue Tamuna Museridze, que dirige un grupo de Facebook dedicado a reunir a bebés robados con sus padres biológicos, quien ayudó a organizar la prueba que terminó demostrando el parentesco de Elene y Anna.
¿Cómo llegaron a adoptar por separado a las hermanas gemelas?
La madre adoptiva de Elene, Lia Korkotadze, recordó que su esposo y ella decidieron adoptar tras descubrir que no podían tener hijos.
Sin embargo, al acudir a un orfanato “parecía por así decirlo imposible debido a las larguísimas listas de espera”, explica la economista, de 61 años. Entonces, en 2005, una conocida le habla de un bebé de seis meses, se encontraba, supuestamente, en un hospital local para adopción, bajo pago.
Poco después, Elene llega a su hogar, sin que Korkotadze sospechase que había “algo ilegal”.
El tráfico de niños que separó a las hermanas gemelas que se reencontraron en TikTok
Elene y Anna no son casos aislados. El tráfico de bebés prosperó durante más de medio siglo en Georgia, país del Cáucaso en Europa Oriental.
Los bebés solían ser separados de sus madres al nacer, con falsas actas de deceso, y se les entregaba para adopción en Georgia o en el extranjero con falsas actas de nacimiento.
Una red, que se sospecha, implicaba hospitales de maternidad, guarderías y agencias de adopción, organizaba estos secuestros.
Al menos 120 mil bebés fueron “robados a sus padres y vendidos” entre 1950 y 2006, según la estimación de la periodista georgiana Tamuna Museridze, que investiga el tema.
