El nombre de Madeleine McCann, una pequeña desaparecida en 2007, volvió a resurgir luego de que una joven, identificada como Julia Faustyna, asegurara que, en realidad, es la menor de la que no se tiene rastro desde hace más de 10 años.
Fue en Instagram donde la joven aseguró ser Madeleine McCann, quien desapareció de su cama en un departamento en Portugal mientras se encontraba de vacaciones con sus padres y sus hermanos.
En el perfil de dicha red social, Julia Faustyna ha compartido algunas fotografías, en las que hace comparaciones físicas con las que pretende demostrar que ella es Madeleine McCann, la pequeña desaparecida.
Según ha relatado, fue víctima de un “pedófilo alemán” y destaca todos los parecidos físicos que guarda con McCann: “Tengo una marca en el mismo ojo. Tengo una forma similar de la cara, las orejas, los labios y el espacio entre los dientes”, expresa en redes sociales.
Aceptan prueba de ADN
Luego de haberse viralizado, Julia Faustyna informó que Kate y Gerry McCann, padres de Madeleine, aceptaron realizarse una prueba de ADN para comprobar, o desmentir, la supuesta verdadera identidad.
Sin embargo, no se han dado más detalles sobre cuándo y en dónde podrían someterse al examen de ADN.
La desaparición de Madeleine McCann
En 2007, Portugal, y el mundo entero, se estremecieron con la noticia sobre la desaparición de Madeleine McCann, de entonces tres años, quien vacacionaba junto a su familia. Las inusuales condiciones de su extravío dieron pie a decenas de teorías, pues la menor había desaparecido de su cama, sin dejar rastro o huellas que pudieran esclarecer el caso.
Madeleine McCann era originaria de Inglaterra y, tras su desaparición, en el hotel de apartamentos Ocean Club en Praia de Luz, en Lagos, un equipo de tres detectives de la policía británica llegó a Portugal para ayudar a localizar a un presunto secuestrador, quien, se dijo, podría tener a la menor.
Sin embargo, los esfuerzos de las autoridades y las súplicas de los padres de la menor, muchos de ellos, televisados, fueron en vano, pues, luego de un tiempo, el caso se dio por cerrado.
Aunque para 2020 un grupo de investigadores alemanes afirmaron disponer de “pruebas” de que la pequeña británica fue asesinada.
