Joe Biden y Kamala Harris, presidente y vicepresidenta demócratas de Estados Unidos, respectivamente, ofrecieron una rueda de prensa conjunta en la que urgieron a terminar con la “mancha en el alma” en que se ha convertido el “racismo sistémico”, tras la condena en contra de Derek Chauvin por la muerte de George Floyd.
- Derek Chauvin es un expolicía blanco que sometió y asfixió al ciudadano afroestadounidense George Floyd en mayo de 2020, en Minneapolis, Minnesota
El mandatario Joe Biden apeló a la unidad de Estados Unidos tras la condena del expolicía Derek Chauvin; en su cuenta de Twitter, el presidente publicó: “‘No puedo respirar’. Esas fueron las últimas palabras de George Floyd. No podemos dejar que mueran con él. Sigamos escuchándolos. No nos apartemos. No nos alejemos”.
Joe Biden aclaró que la condena en contra de Derek Chauvin puede ser el inicio “para un cambio” profundo en Estados Unidos. Aseveró que nadie, independientemente de su cargo, está por encima de la justicia, y que la condena emitida este martes, marca una lucha sustancial contra el racismo.
“Para lograr un cambio y una reforma reales, podemos y debemos hacer más para reducir la probabilidad de que ocurran tragedias como ésta”.
La vicepresidenta
Kamala Harris dijo que “todos nosotros somos resultado de George Floyd, y ahora, nuestro trabajo es honrarlo y honrarnos”, pues este episodio dimensiona la lucha que han tenido activistas como Martin Luther King y Malcolm X.
Es la primera vez que Joe Biden y Kamala Harris abordan de manera directa el tema de George Floyd, aunque el tema del racismo ocupa la agenda nacional. Kamala Harris también se sumó a los llamados de reconciliación, sin importar razones de género, raza o ideología política.
Derek Chauvin y George Floyd
Derek Chauvin, quien sometió a George Floyd, fue hallado culpable de homicidio agravado. Luego del veredicto del jurado, fue esposado y está en espera su sentencia final. Enfrenta hasta 40 años de prisión, además es acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario.
- Derek Chauvin se arrodilló durante más de nueve minutos sobre el cuello de George Floyd