El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó este viernes al Vaticano para un encuentro con el Papa Francisco, primera cita de su viaje para participar a la cumbre de jefes de Estado del G20 de dos días en la capital italiana.
En su reunión, Joe Biden indicó que el Papa Francisco le dijo que debía seguir recibiendo la comunión, cuando hay un encendido debate en la Iglesia estadounidense por la posición del mandatario sobre el aborto.
Biden ha sido objeto de presiones por parte de los conservadores en su país y sus críticos más acérrimos en la jerarquía de la Iglesia estadounidense han dicho que se le debería prohibir recibir la comunión, el sacramento medular de la fe católica.
Al preguntársele si el tema del aborto surgió durante una larga reunión con el Papa en el Vaticano a primera hora del viernes, Biden dijo que no. El Papa dijo que estaba contento de que fuera un buen católico y que debía “seguir recibiendo la comunión”.
El presidente, que acude a misa semanalmente y tiene una foto del Papa detrás de su escritorio en el Despacho Oval, ha dicho que se opone personalmente al aborto, pero que no puede imponer su opinión como líder elegido.
El mes pasado, a la pregunta por el debate sobre la comunión en Estados Unidos, el Papa dijo que el aborto es un “asesinato”, pero también pareció criticar a los obispos católicos de Estados Unidos por tratar el tema de forma política y no pastoral.
La comitiva presidencial, que transportaba también a su esposa Jill Biden, atravesó la Plaza de San Pedro para luego ingresar al palacio apostólico, donde un pequeño grupo de guardias suizos aguardaba a los invitados estadounidenses.
Biden comenzó su apretada agenda con el encuentro con el Papa, con quien comparte posiciones sobre medioambiente, pobreza y pandemia, y con el que se había reunido en tres ocasiones como vicepresidente.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó este viernes al Vaticano para un encuentro con el Papa Francisco, primera cita de su viaje para participar a la cumbre de jefes de Estado del G20 de dos días en la capital italiana.
La comitiva presidencial, que transportaba también a su esposa Jill Biden, atravesó la Plaza de San Pedro para luego ingresar al palacio apostólico, donde un pequeño grupo de guardias suizos aguardaba a los invitados estadounidenses.
La reunión se celebra, como es la tradición, en la biblioteca privada del Papa en el palacio apostólico y fue organizada en víspera de la cumbre de dos días en Roma con los jefes de Estado y de Gobierno de las 20 mayores economías del mundo, el G20.
Antes de partir, Joe Biden presentó en Washington un plan “histórico” por miles de millones de dólares en gastos en infraestructuras, transición energética y prestaciones sociales.
Pero el presidente estadounidense, que pensaba llegar a Roma con un voto final del Congreso, deberá esperar para ello, a pesar de las semanas de interminables discusiones y concesiones. La responsabilidad de que no se lograra un acuerdo para aprobar este plan recayó en las disidencias en su propio Partido Demócrata.
El lunes, el mandatario estadounidense Joe Biden se dirigirá después a Glasgow, Reino Unido, para participar en la importante cumbre climática de Naciones Unidas COP26.
Según un comunicado de la Casa Blanca, el jefe de la Iglesia católica y el presidente estadounidense “discutirán de cómo trabajar juntos en iniciativas basadas en el respeto de la dignidad humana fundamental, incluida la eliminación de la pandemia de COVID-19, la lucha contra el clima y la compasión con los pobres”.
Será un encuentro “cálido”, adelantó el miércoles su portavoz, Jen Psaki, quien recordó que el presidente, ferviente católico, “encontró fuerza en su fe” frente a las tragedias de su vida: la muerte accidental de su primera esposa e hija y luego la muerte de su hijo Beau de cáncer.
Joe Biden casi nunca falta a la misa dominical y sus posiciones en algunos temas resultan más afines con el Papa Francisco que las de su predecesor Donald Trump.
Pese a que Joe Biden es el segundo mandatario católico después de John F. Kennedy (1961-1963), la Iglesia católica estadounidense, muy dividida, ha comenzado una ofensiva para privar de la comunión a los líderes políticos que apoyan el aborto, entre ellos el mismo Biden.
Aborto, tema delicado para Joe Biden
¿Abordarán el tema que más los divide, como el derecho al aborto?, se interrogaron los observadores de asuntos vaticanos.
Las posiciones resultan muy disimiles. El Papa Francisco llegó recientemente a tildar la interrupción voluntaria del embarazo de “asesinato”, pero al mismo se distanció de la iniciativa de los obispos estadounidenses contra los políticos que apoyan el derecho al aborto.
“La comunión no es un premio para los perfectos, la comunión es un don, es un regalo”, y el que no puede tomar la comunión es el que no está dentro de la comunidad”.
Papa Francisco
Joe Biden deberá reunirse luego con el jefe del gobierno italiano, Mario Draghi, el anfitrión de la cumbre del G20 y expresidente del Banco Central Europeo, quien despierta mucha curiosidad en Estados Unidos por sus proyectos de reforma.
Elogiado por el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts y por el banco estadounidense Goldman Sachs, algunos medios estadounidenses lo pintan como una nueva estrella del panorama político europeo.
Relanzar la imagen de Biden
Para Joe Biden, que ha perdido popularidad desde su elección, el G20, así como la gran cumbre COP26 de Glasgow, Escocia, sobre el cambio climático, constituyen una ocasión para relanzar su imagen y enterrar definitivamente la era de Trump.
Este mismo viernes se reunirá en privado en Roma con el presidente francés, Emmanuel Macron, para pasar la página de la grave crisis por los contratos de submarinos ocurrida a mediados de septiembre y sellar la reconciliación.
Ese asunto, junto con la retirada caótica de Afganistán, pesan sobre la imagen de Joe Biden, quien repite que “Estados Unidos está de vuelta” en la escena internacional.
Biden intentará sin duda destacar sus reformas y su promesa de “la inversión más grande jamás realizada para enfrentar una crisis climática: 550 mil millones de dólares para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Estados Unidos está de regreso en una posición de líder en el clima de una manera que será ampliamente saludada” por la comunidad internacional, aseguró el consejero para la seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, en el avión hacia Roma.