“Amigos míos, estoy muy bien”, afirmó el presidente estadounidense Joe Biden en Twitter, después de haber dado positivo a COVID-19 a sus 79 años, con síntomas “muy leves”, según la Casa Blanca.
En un vídeo de unos 20 segundos, grabado en un balcón de la Casa Blanca, el mandatario dice: “Estoy bien, todo saldrá bien”, tras agradecer a la gente que se haya preocupado por él. Vestido con traje oscuro, camisa azul celeste y sin corbata, recuerda que tiene la pauta completa de vacunación y dos dosis de refuerzo.
Poco antes tuiteó “estoy muy bien“, en un mensaje acompañado de una foto con la clara intención de demostrar que sigue al frente. Se le ve sonriendo, con chaqueta y camisa, pero sin corbata, en una oficina de la Casa Blanca, con un bolígrafo en la mano. Sobre la mesa hay teléfonos móviles, papeles y una botella de agua.
Su médico, Kevin O’Connor, dijo que Biden, siguiendo el protocolo de detección rutinario, primero dio positivo a una prueba de antígenos y una PCR confirmó el resultado.
Según el médico, presenta estos síntomas desde el miércoles por la noche: “mocos”, “cansancio” y “tos seca ocasional”.
“Todas sus funciones”
El presidente demócrata, que nunca había dado positivo, “comenzó a tomar Paxlovid”, la pastilla anticovid de Pfizer, y se autoaislará en la Casa Blanca hasta que dé negativo, afirmó su portavoz Karine Jean-Pierre en un comunicado.
El presidente “está totalmente vacunado y recibió dos dosis de refuerzo, de modo que espero que responda favorablemente” al tratamiento, precisó el médico.
Según el comunicado, “seguirá asumiendo todas sus funciones” durante el tiempo de aislamiento.
Su esposa, Jill Biden, dijo que ella dio negativo. “Hablé con él hace unos minutos. Está bien, se siente bien”, contó a los periodistas durante un viaje a Michigan.
El presidente, que quiere hacer campaña para las elecciones legislativas de medio mandato de noviembre, tenía previsto viajar este jueves a Pensilvania y el lunes a Florida, pero tuvo que anular sus desplazamientos.
“Fuerte”
Joe Biden, quien fue elegido -en parte- por la promesa de que combatiría la epidemia de COVID-19, respeta las consignas de distanciamiento y uso de mascarilla.
Y convocó a la prensa cada vez que se vacunó, con la esperanza de alentar a sus conciudadanos a seguir su ejemplo.
Hasta ahora, nunca contrajo el virus, que ha circulado mucho entre sus colaboradores y, en general, entre los políticos estadounidenses. La vicepresidenta Kamala Harris, que tuvo COVID-19 en abril, dio negativo el jueves, según su oficina.
La Casa Blanca se ha comprometido a informar “todos los días” sobre el estado de salud de Joe Biden, quien, según un reconocimiento médico de noviembre, está “fuerte” y es “apto” para ejercer sus funciones.
La última prueba de COVID de Biden, que dio negativa, se remonta al martes, a su vuelta de una gira la semana pasada por Israel y Arabia Saudita, dijo Karine Jean-Pierre.
Estados Unidos registra actualmente unos 130 mil nuevos casos de COVID-19 por día, una cifra subestimada, según los expertos, y el número de hospitalizaciones aumenta. La subvariante BA.5 de Ómicron, altamente contagiosa, es dominante en el país, donde representa alrededor del 80% de los casos.
Paxlovid
El Paxlovid que toma Joe Biden es un tratamiento antiviral que disminuye la capacidad del virus para replicarse, frenando así la progresión de la enfermedad. Para ser eficaz debe ingerirse los primeros días tras la aparición de los síntomas.
En Estados Unidos se recomienda para personas con riesgo de desarrollar un caso grave de la enfermedad, una categoría en la que entra el presidente por su edad.
El predecesor de Joe Biden, el republicano Donald Trump, anunció el 2 de octubre de 2020 en Twitter que tenía COVID-19. Fue evacuado en helicóptero desde la Casa Blanca hasta el hospital militar Walter Reed, donde pasó tres noches, sin que la Presidencia revelara su estado de salud.
Muchos republicanos dejaron de lado sus críticas al jefe de Estado.
“Lamento enterarme que el presidente Biden dio positivo por COVID-19. Le deseo que se recupere pronto”, tuiteó el líder de los senadores republicanos, Mitch McConnell.
