“Perder a un hijo es como que te arranquen una parte del alma”, dijo el presidente estadounidense Joe Biden, quien sufrió la muerte de dos hijos, recurriendo a su dolor personal para consolar a un país devastado por una nueva matanza en una escuela de Texas.
En sus largos años de servicio público, el líder de 79 años ha hablado con frecuencia de la trágica muerte de Naomi, de apenas un año, en un accidente.
Naomi murió en 1972, en un accidente automovilístico que cobró también la vida de su primera esposa, Neilia.
Biden también sufrió la muerte en 2015 de su hijo mayor, Beau, por cáncer cerebral a los 46 años.
El martes, recordó esos dos momentos de dolor para consolar a un nuevo grupo de familias cuyas vidas fueron desgarradas.
Joe Biden contra las armas
El martes pidió a los estadounidenses confrontar al poderoso lobby pro-armas (grupo a favor de las armas) del país después un adolescente matar a al menos 19 menores en la escuela primaria de Uvalde, Texas
“¿Cuándo, por el amor de Dios, nos vamos a enfrentar al lobby de las armas?”, dijo Biden, visiblemente emocionado, al dirigirse a la nación desde la Casa Blanca. “Tenemos que dejarle claro a todos los funcionarios electos de este país: es hora de actuar”.
Un cambio en el discurso de Biden
Horas después del tiroteo, Biden apareció en el Salón Roosevelt de la Casa Blanca para explicar lo inexplicable a los estadounidenses y al mundo.
Pero sus pensamientos y sus declaraciones apuntaron rápidamente a una audiencia mucho menor.
“Hay padres que nunca volverán a ver a su hijo, nunca lo tendrán saltando en la cama o acurrucado con ellos. Padres que nunca serán los mismos”.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos
“Hay un vacío en el pecho y sientes que te absorbe y que nunca vas a poder salir”, expresó, a veces mirando hacia abajo y con los puños cerrados.
“Es sofocante. Y nunca será igual”.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos
Biden ha hablado después de estas matanzas, como recientemente después de una masacre racista en Buffalo, Nueva York, o después de desastres naturales, cuando Biden recurrió a palabras de esperanza y de consuelo.
Generalmente, promete a las familias dolientes que un día sentirán un alivio a su dolor, cuando los recuerdos del ser querido traigan sonrisas y no solo lágrimas.
Pero el martes no ofreció ese horizonte.
Por el contrario, este devoto recurrió a su esposa de más de cuatro décadas, Jill Biden, y a una fe que lo ha reconfortado a lo largo de los años.
“‘El Señor está cerca de los quebrantados de corazón y salva a los de espíritu abatido’. Tantos espíritus abatidos”.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos
“Esta noche, le pido al país que rece por ellos para darle a los padres y hermanos la fuerza en la oscuridad que sienten ahora”, dijo.
“Nuestras oraciones esta noche son para los padres, tendidos en cama y tratando de saber, ¿podré dormir de nuevo? ¿Qué le digo a mis otros hijos? ¿Qué ocurrirá mañana?“, declaró Biden.