El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó este miércoles a las agencias de inteligencia de su país que le informen en los próximos tres meses sobre si el coronavirus (COVID-19) surgió por primera vez en China de una fuente animal o de un accidente de laboratorio.
“Las agencias deben redoblar sus esfuerzos para recopilar y analizar la información que podría acercarnos a una conclusión definitiva, e informarme en 90 días”.
Dice el comunicado firmado por Biden y difundido por la Casa Blanca.
Según el mandatario estadounidense, las agencias están actualmente divididas sobre las dos posibles fuentes del COVID-19 que arrasó el planeta el año pasado, matando a más de 3.4 millones de personas.
Los servicios de inteligencia trabajan en dos hipótesis del origen del COVID-19
La orden de Joe Biden supone una escalada en la creciente controversia sobre cómo surgió el virus por primera vez: por contacto con animales en un mercado de Wuhan, en China, o por la liberación del coronavirus desde un laboratorio de investigación de alta seguridad en la misma ciudad.
La respuesta tiene inmensas implicaciones tanto para China, que dice no ser responsable de la pandemia, como para la política estadounidense, donde la teoría del laboratorio ha sido utilizada por los opositores republicanos para atacar a Pekín.