Fotógrafos captaron el instante en el que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sostiene en sus manos una tarjeta con instrucciones precisas sobre lo que tiene que hacer durante un evento, según una serie de imágenes difundidas por medios y periodistas locales.
En las imágenes que muestran el descuido del Joe Biden –quien ha despertado de nuevo las críticas de sus adversarios políticos con especulaciones sobre su estado de salud–, se pueden observar el orden de las acciones que tiene que realizar en público:
“Entras en la sala Roosevelt y saludas a los participantes; te sientas en tu sitio; entra la prensa; haces breves comentarios (2 minutos); sale la prensa; haces una pregunta a Liz Schuler, presidenta de AFL-CIO. Nota: Liz se une virtualmente; das las gracias a los participantes; te vas”.
Las instrucciones escritas en un papel fueron tomadas durante una reunión sobre la asociación federal-estatal para la ejecución de la energía eólica marina celebrada en la Casa Blanca, en la que Joe Biden dijo que se crearán más empleos en ese sector.
El hecho causó polémica en varios usuarios en Internet, quienes criticaron que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, necesite tarjetas como un niño, muestre el deterioro de su salud y que es mejor que Kamala Harris se prepare para ser presidenta ante el “ridículo” que hizo en público.
Uso de tarjetas como la de Joe Biden, muy comunes entre políticos
Por su parte, Hannah Hankins, exfuncionaria de comunicaciones de la Casa Blanca, dijo a Fox News que el uso de tarjetas de instrucciones durante eventos públicos es muy común entre políticos y dijo que el expresidente Barack Obama las usaba durante su legislatura.
Joe Biden, de 79 años de edad, ha tenido varios deslices que han despertados rumores y especulaciones sobre su estado de salud, como el hecho de haber llamado “presidenta” a la vicepresidenta Kamala Harris o confundir a Donald Trump con Barak Obama, entre otras.
Este sábado, Joe Biden firmó una ley destinada a establecer el control de armas en Estados Unidos. Esta regulación es la más importante en la materia en casi 30 años, pues introduce nuevas restricciones y destina miles de millones de dólares a salud mental y seguridad escolar.