Tras las protestas en el Capitolio de Washington, Estados Unidos, un personaje con una vestimenta muy particular captó el interés del público, su nombre Jake Angeli, portaba un gorro de piel y cuernos, dicha indumentaria hacia referencia a un bisonte.
¿Quién es el hombre bisonte del Capitolio?
El manifestante disfrazado, que la prensa identificó como Jake Angeli, es un miembro del movimiento conspirativo ultraderechista QAnon y es conocido como el “Lobo de Yellowstone”.
Con el rostro pintado de azul, rojo y blanco, y luciendo un gran tatuaje sobre el pecho y una bandera estadounidense en una mano, el manifestante atrajo la atención de los fotógrafos cuando irrumpió el miércoles por la tarde en el Capitolio.
El movimiento QAnon es un grupo que se formó en foros de internet, donde según el propio Jake Angeli detalló que la organización se dedica a “informar” a la gente de los diversos secretos del Partido Demócrata.
- En redes causó polémica porque fue confundido con el cantante del grupo funk inglés Jamiroquai, Jay Kay.
En un video en Twitter, el cantante de 51 años, simplemente vestido con una sudadera deportiva e imitando un acento estadounidense, dejó claro: “Algunos de ustedes pueden pensar que me vieron en Washington anoche, pero me temo que no estaba con todos esos frikis”.
- En las redes sociales, algunas personas hicieron bromas con el parecido entre Jay Kay, aficionado a ponerse cosas extravagantes sobre la cabeza, y el manifestante Jake Angeli disfrazado de bisonte.
Manifestaciones en EU
Tensos oficiales desenfundaron las armas mientras los legisladores se ponían máscaras de gas y los manifestantes rompían las ventanas: esto ocurrió el día en que el intento del presidente Donald Trump de revertir las elecciones estadounidenses se fue de las manos.
- En el gran edificio abovedado del Capitolio de Estados Unidos, inicialmente fuera de la vista de las cámaras, ocurrieron escenas que parecían bastante similares a un golpe de Estado o a un ataque de terrorismo doméstico.
Los alborotadores lograron rápidamente su principal objetivo: suspender la ceremonia que acababa de comenzar, en la cual los senadores se disponían a certificar la victoria electoral del demócrata Joe Biden sobre Trump en noviembre.
- Ondeando sus banderas azules y los gorros rojos de la campaña de Trump, los simpatizantes del presidente saliente irrumpieron en el edificio y avanzaron derecho a la cámara de debates.
Para aquellos que huían, era una carrera contra el tiempo: los manifestantes estaban entrando tan rápidamente como salían los miembros del Congreso.
En la Cámara de Representantes, una foto que se viralizó en Twitter mostró a guardias de seguridad, vestidos de civil, apuntando con pistolas a través de la ventana rota de una puerta a los intrusos que pretendían entrar.
Algunos ocuparon la oficina de la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, y se tomaron fotografías ocupando burlonamente su escritorio. Otros posaron para las fotos, cual tropas vencedoras, en la Cámara del Senado.
Trump había prometido a sus seguidores que este miércoles sería un día “salvaje” para la capital de Estados Unidos.
Tras varias horas de caos, Donald Trump emitió un video en Twitter donde pedió a la gente que volviera a sus casas.
- Pero no había ninguna señal de arrepentimiento; mucho menos de condena de la violencia que se había suscitado.
Desde noviembre, Trump ha estado intentando revertir el resultado de las elecciones. La diferencia es que, dos semanas antes de la inauguración de Biden el 20 de enero, las tácticas del presidente se volvieron más crudas.