El presidente Jair Bolsonaro reivindicó la “soberanía” de Brasil tras ser recibido en Moscú por su par ruso Vladimir Putin, en una visita objetada por Estados Unidos en medio de las tensiones de Occidente con Rusia por Ucrania.
“Brasil es un país soberano. Tuvimos informaciones de que a algunos países les gustaría que el evento no se realizase y algunos pensaban que lo peor podría suceder durante nuestra presencia aquí”, dijo a la prensa el mandatairo ultraderechista, en referencia a los temores de que Rusia invada a su vecino.
La relación entre Brasil y Estados Unidos se ha enfriado desde que el republicano Donald Trump dejó la Casa Blanca.
“Nuestra misión aquí es comercial y de paz”, precisó Bolsonaro, poniendo de relieve el interés de Brasil, una potencia agrícola, por los fertilizantes rusos.
Los rusos “tienen obviamente un interés enorme en vender fertilizantes y nosotros un gran interés en adquirirlos”, declaró.
Bolsonaro viajó acompañado por sus ministros de Exteriores, de Defensa y de Minas y Energía, quienes trataron con sus pares rusos varios proyectos, entre ellos uno de “construcción de pequeñas usinas generadoras de energía eléctrica nuclear”.
El presidente brasileño, que este año buscará con toda probabilidad la reelección, hizo hincapié en la proximidad personal con Putin y en “la sintonía de los valores rusos” con los brasileños, “en especial [los relacionados] con el cristianismo y la defensa de los valores familiares”.
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Bolsonaro destacó reunión con Putin
El encuentro duró dos horas y fue “bastante productivo”, dijo Bolsonaro.
“Brasil es nuestro socio principal en América Latina”, declaró por su lado Putin, dando cuenta igualmente de un “diálogo constructivo”, que contribuirá a “reforzar más las relaciones ruso-brasileñas”.
A diferencia de lo que hizo con varios dirigentes extranjeros recientemente, que se sentaron en el otro extremo de una larga mesa de 6 metros durante sus reuniones con Putin, a Bolsonaro solo lo separaba una mesita de café de su homólogo ruso.
Esto podría deberse, según los medio rusos, a que el presidente brasileño, conocido por sus controvertidas posturas frente a la pandemia y que no está vacunado contra el coronavirus, se habría sometido a un test de COVID-19 en Rusia.