Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín el “Chapo” Guzmán, está en el lugar 3 de lista de los más buscados de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, en inglés). Su hermano, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, también aparece en la misma y por cada uno, ofrecen una recompensa de 10 millones de dólares.
Ambos son considerados fugitivos peligrosos por lo que son buscados por los delitos de conspiración para poseer con la intención de distribuir sustancias controladas y por el intento, conspiración, importación y exportación de sustancias controladas con la intención de distribuir.
Los hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, forman parte del Cártel de Sinaloa, grupo delictivo que es acusado de traficar fentanilo a los Estados Unidos (EU) y de enviar precursores químicos de fentanilo de China a México.
¿Qué otros narcotraficantes mexicanos están en la lista de los más buscados de la DEA?
Además de Iván Archivaldo Guzmán, en la lista de los más buscados de la DEA aparecen narcotraficantes como Carlos Omar Félix Gutiérrez, Silvano Francisco Mariano, Liborio Núñez Aguirre, Yulán Andony Archaga Carias, Chuen Yip, Julio Alex Díaz y los mexicanos Nemesio Oseguera Cervantes el “Mencho” e Ismael el “Mayo” Zambada García.
El pasado viernes 14 de abril, el Departamento de Justicia de Estados Unidos fincó cargos en tres distritos federales contra varios supuestos líderes del Cártel de Sinaloa, entre ellos los hijos de el “Chapo” Guzmán, por tráfico de fentanilo y otras drogas, además de que tienen acusaciones por armas y blanqueo de dinero.
La DEA dijo que las acusaciones contra los “Chapitos” enviaban un mensaje claro contra el Cartel de Sinaloa y las redes criminales de drogas en todo el mundo de que la agencia no se detendrá ante nada para proteger la seguridad nacional de los Estados Unidos y la seguridad y la salud del pueblo estadounidense.
“Fueron pioneros en la fabricación y el tráfico de fentanilo, la amenaza de drogas más letal que nuestro país haya enfrentado jamás, lo inundaron en Estados Unidos durante los últimos ocho años y mataron a cientos de miles de estadounidenses. Durante el último año y medio, la DEA se infiltró proactivamente en el Cartel de Sinaloa y la red ‘Chapitos’, obtuvo un acceso sin precedentes a los niveles más altos de la organización y los siguió por todo el mundo”.
Departamento de Justicia de Estados Unidos