En Italia, los peces merodean entre suelos de mosaicos y entran a villas en ruinas, donde nobles romanos solían pasar veranos bebiendo, conspirando y flirteando en la ciudad termal de Bayas, ahora un parque arqueológico submarino cerca de Nápoles.
En este lugar, las estatuas que antes decoraban las lujosas residencias de esta villa costera son ahora campos de recreo para cangrejos o para submarinistas, que pueden explorar las ruinas de palacios, baños y termas construidas para emperadores.
¿Cómo era la Ciudad termal de Bayas en el pasado?
La nobleza de Roma empezó a sentirse atraída en el siglo II antes de Cristo por las aguas termales de Bayas, ubicada en la costa dentro de la caldera volcánica de los Campos Flégreos, a 10 kilómetros de Nápoles.
Siete emperadores, incluidos Augusto y Nerón, además de Julio César y Marco Antonio tuvieron residencia allí. El poeta Sexto Propercio describió la ciudad como lugar de vicio, “enemigo de las criaturas virtuosas”.
Allí era donde “los hombres viejos se comportan como chicos jóvenes, y muchos chicos jóvenes actúan como chicas jóvenes“, decía el erudito romano Varrón.
¿Por qué comenzó a hundirse?
Pero alrededor del siglo IV, los pórticos, las columnas de mármol, los santuarios y los estanques ornamentales empezaron a hundirse debido al bradisismo, el aumento y descenso gradual del nivel del suelo por la actividad hidrotermal y sísmica.
Toda la zona, incluida la capital comercial vecina de Pozzuoli y la estación militar de Miseno, quedó sumergida. Sus ruinas yacen ahora a entre cuatro y seis metros de profundidad.
“Es difícil, especialmente para aquellos que vienen por primera vez, imaginar que puedes encontrar cosas que nunca podrías ver en ninguna otra parte del mundo a apenas unos metros de agua“, dijo Marcello Bertolaso, jefe del centro de buceo de Campi Flegrei, que lleva a turistas a esas ruinas en Italia.
“A los submarinistas les encanta ver cosas muy especiales, pero lo que pueden ver en el parque de Bayas es algo único”
Afirmó Bertolaso
Compuesto de 177 hectáreas, se declaró área marina protegida en 2002 después de décadas en las que se encontraban antigüedades en las redes de los pescadores y los saqueadores tenían carta blanca para actuar.
- Para visitarlo, los interesados deben ir ahora acompañados por un guía registrado.
Barriendo cuidadosamente la arena acumulada junto a una pared baja se descubre el impresionante suelo de mosaico de la villa de Cayo Calpurnio Pisón, que pasaba allí los días conspirando contra el emperador Nerón.
Los exploradores siguen las piedras antiguas de la carretera de costa romana dejando atrás ruinas de termas y tiendas. En los días claros, los rayos del sol cruzan las olas e iluminan las estatuas, todas réplicas, dado que las originales están en un museo.
“Cuando investigamos nuevas áreas, apartamos con cuidado la arena donde sabemos que podría haber un suelo, lo documentamos y lo volvemos a cubrir“, dice el arqueólogo Enrico Gallocchio.
“Si no lo hacemos así, la fauna o la flora marina atacaría las ruinas. La arena los protege”
Dice Gallocchio, a cargo del parque de Bayas
“Las grandes ruinas se descubrieron fácilmente apartando un poco de arena, pero hay áreas donde los bancos de arena pueden ser de varios metros de profundidad. Sin lugar a dudas, hay muchas reliquias antiguas todavía por encontrar”, afirmó.