Decenas de miles de iraquíes coreando consignas anti-estadounidenses llegaron a la plaza central de Bagdad el domingo (3 de enero) para conmemorar el aniversario del asesinato por parte de Estados Unidos del alto general iraní Qassem Soleimani y el comandante de la milicia iraquí Abu Mahdi al-Muhandis.
La reunión coincidió con crecientes tensiones entre Irán y Estados Unidos en los últimos días de la administración del presidente Donald Trump, y muchos en la multitud exigieron venganza.
Soleimani, líder de una unidad de élite en el extranjero de la Guardia Revolucionaria de Irán, fue asesinado el 3 de enero de 2020 en un ataque con aviones no tripulados estadounidenses contra su convoy en el aeropuerto de Bagdad, un ataque que llevó las hostilidades entre Estados Unidos e Irán a aguas desconocidas y avivó la preocupación por una gran conflagración.
Washington había acusado a Soleimani de planear ataques de milicias alineadas con Irán contra las fuerzas estadounidenses en la región.
Los manifestantes reunidos en la plaza Tahrir en respuesta a los llamamientos de una variedad de grupos milicianos conocidos colectivamente como Fuerzas de Movilización Popular (PMF), que en su mayoría cuentan con el respaldo y entrenamiento de Irán, ondearon la bandera iraquí y corearon consignas antiamericanas como “Estados Unidos es el Gran Satán”.
Como reflejo de las continuas tensiones regionales, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, instó el sábado a Trump a no ser “atrapado” por un supuesto plan israelí para provocar una guerra mediante ataques contra las fuerzas estadounidenses en Irak.
Un funcionario israelí desestimó la acusación como “una tontería” y dijo que era Israel el que necesitaba estar en alerta por posibles ataques iraníes en el aniversario de la muerte de Soleimani.
Estados Unidos culpa a las milicias respaldadas por Irán por los ataques regulares con cohetes contra instalaciones estadounidenses en Irak, incluso cerca de la embajada de Estados Unidos. Ningún grupo conocido respaldado por Irán se ha atribuido la responsabilidad.
El ejército estadounidense envió dos bombarderos B-52 con capacidad nuclear al Medio Oriente en un mensaje de disuasión a Irán la semana pasada, pero los bombarderos abandonaron la región desde entonces.
El sábado por la noche, miles de dolientes se reunieron en la carretera que conduce al aeropuerto de Bagdad, donde fueron asesinados Soleimani y Muhandis, en una procesión fúnebre simulada en homenaje a los dos hombres.