Este miércoles la depresión tropical Iota se desvaneció sobre El Salvador, después de dejar al menos 38 muertos a su paso por Centroamérica, además de poblados inundados y daños a la infraestructura vial, en una región que fue devastada por el ciclón Eta hace apenas dos semanas.
La tarde del miércoles, las autoridades de Nicaragua reportaron la muerte de 12 personas, entre ellos siete niños, por un derrumbe en el departamento norteño de Matagalpa, además de informar que persistían las inundaciones en el norte y sureste del país.
Honduras, por su parte, contabilizó un total de 14 muertos por el paso del meteoro, luego de que socorristas hallaran los cuerpos de ocho fallecidos en un deslizamiento de tierrra registrado en el departamento de Lempira.
De esta forma subió a 38 el número de muertos causador por Iota, 18 de ellos en Nicaragua, 14 en Honduras, dos en el archipiélago colombiano de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, otros dos en Guatemala, uno en Panamá y otro en El Salvador.
Desde que tocó tierra el pasado lunes en el Caribe Norte de Nicaragua, como huracán de categoría 5, Iota causó inundaciones de viviendas y extensas regiones de cultivos, además de derribar árboles e incomunicar a decenas de poblados y provocar daños en carreteras.
Tras degradarse a tormenta tropical, los remanentes de humedad asociados de Iota se ubican a 35 kilómetros al noroeste de San Salvador, informó el ministerio del Ambiente de ese país.
En San Salvador, aunque el peligro de las lluvias se mantiene, la comisionada presidencial Carolina Recinos destacó que el “trabajo de prevención”, con evacuaciones oportunas, evitó que el país sufriera más víctimas.
Este miércoles persistían las lluvias causadas por Iota en la región norte de Nicaragua, donde la principal ciudad, Bilwi, empezaba a evaluar los daños causados el paso del huracán.
Este miércoles Bilwi seguía sin electricidad, pero desde el martes logró restablecer la telefonía celular, mientras que los habitantes comenzaron a limpiar los escombros y a tratar de restituir con lo que pudieran los techos de sus viviendas, mientras que las calles de la ciudad eran despejadas de escombros.
Honduras sufrió inundaciones con precipitaciones menores a las previstas, luego de que el ojo de la tormenta cruzara velozmente por el sur del país; policías y militares desalojaron a decenas de miles de personas de los cerros en Tegucigalpa.
Las principales inundaciones en Honduras se registraron en las ciudades de La Lima, El Progreso y otras comunidades del valle de Sula, en las proximidades de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país que ya había sido castigada por Eta.
Las fuertes lluvias también impactaron Guatemala con el desborde ríos y la caída de árboles en carreteras, entre otros incidentes, según las autoridades.