El tradicional árbol de Navidad de la plaza de San Pedro, un abeto rojo, y un pesebre gigante de cerámica fueron inaugurados e iluminados este viernes como un mensaje de “esperanza” en medio de la pandemia por el nuevo coronavirus (COVID-19).
El Papa Francisco dijo que “hoy más que nunca el árbol y el pesebre son un signo de esperanza”, esto, unas horas antes de recibir en el Vaticano a las delegaciones que obsequiaron el árbol de Navidad y el pesebre.
El pontífice elogió “el majestuoso abeto rojo”, proveniente de los bosques de Kočevje, en Eslovenia, así como el “monumental pesebre de cerámica”, hecho por artesanos en Italia.
“También esta Navidad, en medio del sufrimiento de la pandemia, Jesús, pequeño e inerme, es el ‘signo’ que Dios dona al mundo”
Añadió.
Estos emblemas ayudan a crear una atmósfera navideña favorable para vivir con fe el misterio del nacimiento del Redentor, dijo el Papa, quien tuvo que adelantar en dos horas la misa de Navidad del 24 de diciembre por el toque de queda en vigor en Italia por el coronavirus; recordó que esa fiesta “nos recuerda que Jesús es nuestra paz, nuestra alegría, nuestra fuerza, nuestro consuelo”.