Tuvieron que pasar 77 años para que uno de los misterios de la historia de la humanidad empezara a ser develado: ¿Quién traicionó a Ana Frank?
Una investigación, dada a conocer recientemente, revela que un notario judío sería el principal sospechoso de haber traicionado, durante la Segunda Guerra Mundial, a la entonces adolescente, autora del célebre diario y su familia.
La historia de una “hipótesis fascinante”
La investigación fue realizada por un exagente del FBI y giró en torno al misterio, de casi ocho décadas sin resolver, sobre quién traicionó a Ana Frank y permitió que los nazis encontraran su escondite.
El notario judío, Arnold van den Bergh, podría haber sido quien reveló el escondite de Ana Frank en Ámsterdam para salvar a su propia familia, de acuerdo con la investigación que duró seis años y que fue plasmada en la obra “The Betrayal of Anne Frank” (“La traición de Ana Frank”) de la autora canadiense Rosemary Sullivan.
Las acusaciones contra Van den Bergh, que murió de cáncer en 1950, se basan en evidencias, incluyendo una carta anónima enviada al padre de Ana, Otto Frank, después de la Segunda Guerra Mundial, según extractos publicados por medios holandeses.
Pese a la expectativa que ha generado la investigación, el Museo de Ana Frank ha informado que la investigación, dirigida por el agente jubilado del FBI, Vincent Pankoke, es una “hipótesis fascinante” pero advirtió que son necesarias más indagaciones.
La adolescente de 15 años, cuyo calvario se volvió célebre tras la publicación de su diario escrito entre 1942 y 1944, cuando ella y su familia se encontraban escondidos en un apartamento de Ámsterdam, fue arrestada en 1944 y murió al año siguiente en el campo de concentración de Bergen-Belsen.
Las teorías sobre cómo llegaron los nazis al escondite que ocupó la familia Frank durante dos años, hasta que fueron descubiertos el 4 de agosto de 1944, abundan, pero el nombre de Van den Bergh no había recibido mucha atención.
¿Cómo dieron con Van den Bergh?
Esta nueva investigación fue realizada con la utilización de técnicas modernas, incluyendo la inteligencia artificial para analizar enormes cantidades de datos.
Así, se redujo la lista de sospechosos a cuatro personas, incluido Van den Bergh, que fue un miembro fundador del Consejo Judío, una organización que los nazis impusieron a los judíos para organizar las deportaciones.
Los investigadores descubrieron que Van den Bergh consiguió evitar la deportación, pero que esta orden fue revocada en una fecha cercana a la traición que permitió a los nazis encontrar a la familia Frank.
“No tenemos un arma humeante, pero tenemos un arma caliente con casquillos vacíos a su alrededor”.
Vincent Pankoke, investigador.
“Esto había quedado congelado”, declaró el exagente del FBI en la emisión “60 Minutes” de la cadena estadounidense CBS, quien antes de meterse de lleno en el tema había investigado a los cárteles de la droga colombianos.
Por su parte, Ronald Leopold, director de la Casa de Ana Frank, advirtió que aún persisten dudas sobre la nota anónima mencionada y que es necesario investigar más en profundidad.
“Debemos tener mucho cuidado al anotar a alguien en la historia como la persona que traicionó a Ana Frank, si usted no está al 100 o 200% seguro de ello”.
Ronald Leopold, director de la Casa de Ana Frank
Tras la redada, la familia fue deportada y Ana y su hermana murieron en el campo de Bergen-Belsen al año siguiente. Su padre publicó de forma póstuma su diario, que ha vendido más de 30 millones de copias desde entonces.