El “mortalmente peligroso” huracán Ida golpeó el sur de Luisiana y hundió a la ciudad de Nueva Orleans en la oscuridad el domingo, 16 años después de que Katrina devastara esa región del sur de Estados Unidos.
Ida alcanzó la costa de Luisiana como una tormenta de categoría 4, que fue rebajada a la categoría 3 en la tarde; la misma fuerza que tenía Katrina cuando tocó tierra en 2005.
La fuerza del huracán Ida
A las 21:00 locales, el ciclón acarreaba vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora, y dejó sin electricidad a toda Nueva Orleans.
“@EntergyNOLA ha confirmado que Nueva Orleáns no tiene electricidad”.
NOLA Ready, un programa de emergencia dirigido por la oficina de Seguridad Interior y Preparación de Emergencias de la ciudad.
“La única electricidad de la ciudad proviene de generadores”, añadió.
Lluvias y vientos fuertes se sentían desde la mañana en las desiertas calles de Nueva Orleans, en una ciudad llena de ventanas tapiadas y casas rodeadas de bolsas de arena a la espera de este huracán que ha sido catalogado como “extremadamente peligroso”.
Aunque Ida redujo su velocidad de unos 65 kilómetros por hora en comparación con el momento en que tocó tierra en Port Fourchon, Luisiana, unos 160 kilómetros al sur de Nueva Orleans, el Centro Nacional de Huracanes (NHC en inglés) advirtió que seguía siendo una peligrosa tormenta de categoría 3.
EL NHC también señaló que la tormenta crea una “situación de peligro de muerte” y urgió a “tomar todas las medidas necesarias para proteger su vida y propiedades”.
El presidente Joe Biden consideró a Ida “una tormenta que amenaza las vidas” y que “sigue devastando todo aquello con lo que hace contacto”.
“No estoy seguro de estar preparado”
El gobernador John Bel Edwards dijo que Ida podría ser la mayor tormenta en golpear Luisiana desde la década de 1850.
“No cabe duda de que los próximos días y semanas serán extremadamente difíciles”, dijo el domingo, añadiendo que algunas personas deberán permanecer refugiadas hasta por 72 horas.
“Encuentre el lugar más seguro de su casa y quédese allí hasta que pase la tormenta”, tuiteó más temprano.
La localidad de Grand Isle, en una isla barrera ubicada al sur de Nueva Orleans, ya estaba inundada por el aumento del nivel de las aguas.
La mayoría de los habitantes escucharon las advertencias de las autoridades sobre daños catastróficos y huyeron de la zona días antes de la llegada de la tempestad, saturando las salidas de Nueva Orleans y otras ciudades.
“No estoy seguro de estar preparado”, dijo Charles Fields, quien en ese momento aún llevaba al interior de su casa sus muebles de jardín, “pero tendremos que enfrentarlo”.
El huracán Katrina inundó la casa de este hombre de 60 años en unos 3,3 metros en 2005. “Veamos cómo aguanta” esta vez, dijo.
Afectaciones por el paso de Ida
El gobernador Edwards advirtió que Ida será “una importante prueba” para el sistema de prevención de inundaciones del estado que fue expandido tras el devastador paso de Katrina.
Y explicó que se estima que cientos de miles de residentes evacuaron sus casas.
La tormenta “trae varias dificultades retadoras para nosotros, con los hospitales tan llenos de pacientes de COVID”, dijo también.
El estado sureño, con una baja tasa de vacunación, ha estado entre los más golpeados por el coronavirus. Con 2,700 hospitalizaciones al sábado, los niveles están cerca de los más altos de la pandemia.
Este domingo se cumplió el decimosexto aniversario de Katrina, el devastador huracán que inundó el 80% de Nueva Orleans, dejando 1,800 muertos y miles de millones de dólares en daños.
Se prevén más lluvias y viento por huracán
Lluvias de entre 25 y 46 cm son esperadas en el sur de Luisiana hasta el lunes, e incluso de un poco más en algunas zonas.
Se espera que la tormenta se siga debilitando mientras avanza tierra adentro y se dirija al norte de Estados Unidos desde el centro del país, antes de virar hacia el este, alcanzando la región del Atlántico medio el miércoles.
La Casa Blanca dijo el domingo que agencias federales han desplegado más de 2.000 trabajadores de emergencia en la región – incluidos 13 equipos urbanos de búsqueda y rescate – junto a suministros de comida y agua, así como generadores eléctricos.
Autoridades locales, la Cruz Roja y otras organizaciones han preparado docenas de refugios para al menos 16 mil personas, añadió la Casa Blanca.
Los planes para hacer frente al huracán y para activar los refugios se han visto complicados por el COVID-19.
Los científicos han advertido sobre un aumento en la cantidad de ciclones fuertes a medida que la superficie del océano se calienta debido al cambio climático, lo que representa una amenaza cada vez mayor para las comunidades costeras del mundo.