Tras el paso del huracán Delta, ya degradado a tormenta tropical, los habitantes de Luisiana comenzaron a evaluar los daños causados por el segundo ciclón que toca tierra en este estado del sureste de Estados Unidos en dos meses.
Hasta el momento autoridades no han informado que haya víctimas por Delta, una tormenta que se va debilitando cada vez más a medida que avanza hacia el noreste en dirección a Misisipi.
El paso del huracán Delta por tierras estadounidenses dejó sin electricidad a cientos de miles de personas tanto en Luisiana como en el vecino Texas; sin embargo, autoridades consideraron que el daño fue moderado.
Casi 600 mil personas se quedaron sin electricidad el sábado en Luisiana y 100 mil en Texas, según el sitio web especializado PowerOutage. Decenas de electricistas que habían venido de estados cercanos para ayudar a restaurar el suministro después del paso de Laura todavía están en Luisiana.
En Lake Charles, una ciudad de 75 mil habitantes que aún se recupera del paso del huracán Laura el 20 de agosto, cayeron 40 centímetros de lluvia, inundando muchas casas y dejando anegadas algunas áreas.
“Estamos recogiendo los pedazos, pero tenemos un gran trabajo por delante”,
Dijo el alcalde de la ciudad, Nic Hunter, el sábado a la cadena CNN.
El mandatario local afirmó que el paso del huracán Delta, a menos de dos meses después del ciclón Laura, fue “un doble golpe”.
- Laura, un huracán de categoría 4 cuando golpeó Luisiana, arrancó techos de casas y árboles, dejando escombros esparcidos por el estado.
Las lonas de plástico azul puestas sobre los tejados dañados por Laura fueron arrancadas durante la noche por el viento de Delta que tocó tierra siendo categoría dos en una escala de cinco, con vientos de hasta 160 km/h.
El ciclón Delta fue la décima tormenta del año que toca tierra en Estados Unidos, lo que, según meteorólogos, fue un récord.