Htar Htet Htet, de 31 años, es una exreina de belleza en Birmania que cambió los tacones por botas y fusil, y se sumó a la resistencia, “dispuesta a dejar su vida” en la lucha contra la junta militar que aplicó un golpe de Estado en febrero de 2021, anunció la joven en su página Facebook.
Desde hace 42 días, Htar Htet Htet vive en la selva de Birmania, en territorio controlado por una de las múltiples guerrillas étnicas, y aprende el manejo de armas. En una foto difundida en Facebook, se le ve en sudadera y pantalones negros con un fusil de asalto AK-47, el llamado “cuerno de chivo” en México.
“Ya sea que tengan un arma, un bolígrafo o que den dinero al movimiento prodemocracia, cada uno debe hacer su parte para que la revolución tenga éxito. Me defenderé como pueda. Estoy dispuesta a renunciar a todo y a pagar con mi vida. No volveremos a casa hasta que ganemos”.
En pro de Birmania
- Nada predestinaba a Htar Htet Htet, convertida en profesora de gimnasia, a la guerrilla
Fue por años protagonista de concursos de belleza, y representó a su país en 2013 en la primera edición de Miss Grand International, competición que se celebra anualmente en Tailandia. Cuando ocurrió el golpe de Estado el 1 de febrero, que puso fin a un paréntesis democrático de 10 años, ella denunció el atropello.
Las fotos de reinas de belleza fueron reemplazadas por un relato de acontecimientos: manifestaciones contra militares, huelgas, abusos policiacos, asesinatos civiles. Htar Htet Htet participa en campaña de desobediencia civil en Birmania: “No hago política. Mi objetivo es acabar con esta dictadura”.
- En marzo, expresó su preocupación por ser detenida en operaciones de las fuerzas de seguridad
- Semanas más tarde, Htar Htet Htet se unió a la guerrilla de Birmania
En redes sociales abundan mensajes de aliento como “Respeto, querida hermana”, “Que la fuerza te acompañe en los bosques y en las montañas”. Más de 780 civiles fueron asesinados por las fuerzas de seguridad desde el golpe militar del 1 de febrero, que derrocó al Gobierno elegido de Aung San Suu Kyi.
A pesar de la violencia, las manifestaciones continúan y huelguistas paralizan sectores enteros de la economía. También se intensificaron combates entre el Ejército y grupos étnicos. Miles de opositores a la junta militar, que huyeron de ciudades, se unieron a guerrillas en regiones fronterizas del norte y el este.