Hong Kong se preparaba la noche de este martes para la llegada de un tifón, el segundo en menos de una semana, acompañado de fuertes lluvias y vientos intensos.
A las 09:00 horas locales, la tormenta tropical Kompasu, cuyo nombre viene de la palabra “compás” en japonés, se situaba a 480 km al sur de la ciudad, con vientos de hasta 110 km/hora.
El observatorio de Hong Kong emitió una alerta de tormenta T8, la tercera categoría más alta, a las 17:22 locales, aunque a esa hora no había lluvia.
La alerta obligó a suspender los servicios de transporte en barco y varias rutas de autobuses quedaron interrumpidas, aunque el metro continuó funcionando.
Las escuelas habían cerrado horas antes y algunas oficinas públicas y privadas también lo hicieron.
La nueva tormenta llega luego de que el sábado se emitiese también una alerta T8 por la llegada de la tormenta tropical Lionrock, que descargó lluvias torrenciales y fuertes vientos en la ciudad.
Aunque el eje de esa tormenta se mantuvo a cientos de km al sur de Hong Kong, la alerta se mantuvo por 22 horas, la más prolongada desde 1978.
Muchos pobladores fueron tomados por sorpresa por la ferocidad de Lionrock, que comenzó a azotar a la ciudad el viernes con fuertes lluvias.
Una mujer murió la mañana del viernes cuando colapsó un andamio de bambú que rodeaba una torre residencial de Hong Kong a causa de los fuertes vientos y cayó sobre una carretera en una colina cercana.