Honduras llega a las elecciones presidenciales de este domingo en un clima de zozobra, con temores ciudadanos de disturbios tras los resultados, como los que se desataron en 2017 cuando el presidente Juan Orlando Hernández se reeligió en medio de acusaciones de fraude.
A continuación te damos algunas claves para entender esta contienda
- Guerra en redes: como en varias partes del mundo, las redes sociales se están utilizando en la campaña con mensajes de manipulación en Honduras, con mensajes incitando al odio”, afirmó el experto Eduardo Domínguez, encargado de la verificación de datos del periódico El Heraldo.
Según una publicación de la revista Time, que cita a la firma de ciberseguridad Nisos, se han detectado olas coordinadas de mensajes desde cuentas falsas de Twitter, con desinformación.
Estos mensajes van contra la candidata de oposición Xiomara Castro (Partido Libre, izquierda), y favorecen al oficialista Partido Nacional (PN, derecha), quien lleva como candidato a Nasry Asfura. En abril de 2020, Twitter eliminó 3 mil 104 cuentas falsas ligadas al gobierno de Honduras.
- Narcotráfico, corrupción y violencia: el propio presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha sido señalado como coautor en el delito de tráfico de drogas, por un fiscal en Nueva York.
Su hermano “Tony” Hernández cumple cadena perpetua en Estados Unidos por ese delito. El gobernante rechaza los cargos y asegura que son acusaciones falsas de capos de la droga que su gobierno extraditó.
Un capo del cartel Los Cachiros también aseguró que sobornó al expresidente Manuel Zelaya, esposo de la candidata Castro, señalamientos que él niega. El candidato Yani Rosenthal, del Partido Liberal, postula luego de haber cumplido tres años de cárcel en Estados Unidos por lavar dinero del narcotráfico.
De los 13 aspirantes a la presidencia, uno fue detenido hace menos de un mes, investigado por narcotráfico y homicidios. En tanto, el oficialista Nasry “Tito” Asfura es investigado por malversar fondos del municipio capitalino.
En uno de los países considerados como más violentos de América Latina, en este último año al menos 31 personas han sido asesinadas en crímenes relacionados con la campaña política.
“Estoy profundamente preocupada por lo que estamos observando en Honduras. Las elecciones todavía no se han celebrado, pero la violencia política ya ha alcanzado niveles inquietantes”.
Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos,
- El fantasma del “comunismo”: Castro es esposa del expresidente Zelaya, derrocado en 2009 por una alianza cívico-militar, tras su acercamiento al gobierno de Hugo Chávez en Venezuela.
Sus oponentes tildan a Castro de “comunista” y han difundido un video de 2015 que registra su participación y discurso en Caracas, durante un homenaje a Chávez. Ella asegura que promueve el “socialismo democrático” y quiere restituir relaciones con China. Actualmente Honduras reconoce a Taiwán.
- Aborto y matrimonio igualitario: En un país como Honduras, de corte conservador y donde el aborto está plenamente prohibido, Xiomara Castro se crea problemas al proponer que se despenalice en casos de violación, peligro de vida de la madre o malformaciones.
“Esa campaña está poniendo en peligro la vida nuestra, Xiomara anda con gente que la protege pero nosotras, las defensoras de los derechos humanos, no, y en los barrios nos agreden diciéndonos abortistas. Es un llamado a que nos maten”.
Suyapa Martínez, coordinadora del Centro de Estudios de la Mujer de Honduras
Si bien el matrimonio igualitario no está en su plan, Castro se muestra abierta a una consulta ciudadana y plantea una ley de identidad de género.
“Honduras sigue siendo un país conservador homofóbico, las referencias sexuales no deberían ser tema de campaña. Reprochamos que se use como bandera de lucha”.
Sandra Zambrano, activista LGBTI
- Miedo: Abastecerse de alimentos como para un huracán. En 2017, cuando el presidente Hernández fue reelegido en medio de acusaciones de fraude, se desataron protestas que dejaron una treintena de muertos y destrucción.
Con esos antecedentes, en esta ocasión, algunos ciudadanos de Honduras han llenado los supermercados para abastecerse de alimentos, ante el temor de que una convulsión social después de los resultados, los obligue a quedarse en casa.
“Ojalá no haya disturbios (…), nosotros somos los afectados”.
Wilson García, vendedor de verduras en un mercado capitalino