Este sábado, durante la toma de posesión de Nayib Bukele como presidente de El Salvador, una inesperada protagonista se robó la atención y el cariño del público: su hija Layla Bukele. Desde el balcón del Palacio Nacional, sede del evento, la pequeña envió un mensaje cariñoso e infantil al pueblo salvadoreño, conquistando los corazones de todos los presentes.
“Hola a todos. Les quiero mucho”, exclamó Layla desde los brazos de su madre, la primera dama Gabriela de Bukele. Su padre, Nayib Bukele, le acercaba el micrófono con una sonrisa, justo antes de comenzar su discurso. Este sencillo y afectuoso gesto provocó una ovación entre las centenares de personas que se congregaban en la histórica plaza cívica de San Salvador.
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No solo el mensaje de Layla fue emotivo, sino también su comportamiento durante el evento. La niña mantuvo firme el saludo militar -con la mano recta sobre la frente- durante todo el desfile del Ejército. Este desfile es el primero en una toma de posesión presidencial en la era democrática salvadoreña, marcando un momento significativo en la historia del país.
El gesto de Layla no solo añadió un toque entrañable a la ceremonia, sino que también mostró la importancia de la familia en la vida pública del presidente Bukele. La imagen de Layla saludando militarmente mientras su padre asumía el cargo reforzó un sentimiento de unidad y esperanza entre los salvadoreños.
Este momento especial ha sido ampliamente comentado en las redes sociales y medios de comunicación, destacando la ternura y el carisma de la pequeña Layla. Sin duda, su inocente y sincero mensaje resonó profundamente en el corazón de los ciudadanos, añadiendo una nota de calidez a una ceremonia cargada de significado político.
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Mientras Nayib Bukele inicia su nuevo mandato, el pueblo salvadoreño recuerda con una sonrisa el encantador momento protagonizado por su hija, Layla, quien, con su inocente amor y gesto militar, se ha ganado un lugar especial en la memoria colectiva de El Salvador.