Los aromas y colores de la salvia, la ajedrea, la lavanda y el aciano se extienden en los campos de Albania, que ha tenido un fuerte aumento en la demanda de hierbas occidentales por parte de los países occidentales desde el inicio de la pandemia.
En Sheqeras, a los pies de la montaña Mali i Thate, en el sur de Albania, es la temporada del aciano, una planta conocida por estimular el metabolismo y la resistencia a las infecciones.
Cultivar campos de hierbas medicinales
Temprano en la mañana, para evitar el calor, decenas de mujeres con grandes sombreros recogen a mano las flores celestes que atraen mariposas y abejas.
El aciano es luego secado en un sitio oscuro para preservar su color y enviado al exterior.
En los últimos años, Albania se convirtió en uno de los principales productores europeos de hierbas medicinales, especialmente plantas silvestres cosechadas entre la maleza.
Cerca del 95% es exportado a:
- Estados Unidos
- Australia
- Nueva Zelanda
- Francia
- Alemania
- Italia
La demanda se disparó desde el inicio de la pandemia del coronavirus, que aumentó el interés por las hierbas que supuestamente fortalecen el sistema inmunológico.
“Todo lo negativo tiene su lado positivo”.
Altin Xhaja, cuya empresa Albfrut aumentó el área cultivada e intensificó la recolección de flores silvestres.
En 2020, Albania exportó más de 14 mil toneladas de hierbas medicinales y aromáticas por un valor de 50 millones de euros (59 millones de dólares). El monto es 15% superior al año anterior, según cifras oficiales.
La tendencia continuó igual el primer trimestre de este año, con un aumento de 20% en las exportaciones comparado con el mismo período de 2020.
Tensiones comerciales
Las cifras son un aliciente para uno de los países más pobres de Europa, con 2.8 millones de habitantes y cuya economía depende en gran parte del turismo en la costa Adriática y ha sido duramente golpeado por la pandemia.
Betónicas, prímulas y otras hierbas le dan el sustento a más de 100 mil albaneses, que han usado los remedios tradicionales por mucho tiempo.
“Es una carrera contra el reloj, no podemos perder el tiempo, el aciano tiene el mejor precio en este momento, un kilo de flores secas se venden por unos 30 euros” (unos 35 dólares).
Xhaja
En su planta en Lac, al norte de Tirana, Filip Gjoka dice a AFP que el sector también se benefició de las tensiones entre Washington y Pekín.
“La guerra comercial entre Estados Unidos y China llevó a muchos actores occidentales a mirar al mercado albanés”.
Gjoka, quien dirige la asociación de hierbas medicinales y aromáticas
Unas 30 empresas albanesas tienen autorización de exportar las plantas usadas en la medicina herbolaria gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antisépticas e incluso antiestrés.
Se les usa también para tés ricos en:
- Vitamina C
- Antioxidantes
- Aceites
- Ungüentos.
La vida en el prado
Las mesetas rocosas del norte de Albania son el reino de la salvia, cuya demanda aumentó 40%, llevando a los agricultores a incrementar el área cultivada.
“Estas plantas le dan la subsistencia a más de 50% de las familias de la región”, agrega el hombre, quien dice que la salvia, la lavanda y las hierbas silvestres locales tienen “poderes mágicos” para la salud.
Edlira Licaj, quien arranca las hierbas malas junto a una decena de mujeres, insiste en que “todo es puro, sin pesticidas, sin nada (…) Hacemos todo a mano”.
Pero los productores se quejan de que enfrentan dificultades para encontrar inversiones para expandir, financiar el almacenamiento y comprar equipo de secado.
Entre tanto, Drane Cukaj, de 91 años, atribuye su longevidad a la infusión de salvia que bebe cada mañana.
“La vida está en los prados, la salvia es mi vida, mi amor, siempre me ha hecho feliz”, dice esta madre de nueve que tiene también 40 nietos.
Cukaj está convencida de que las hierbas “ayudan contra el coronavirus”, lo cual no le impidió aplicarse una vacuna.
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