La poderosa banda criminal “400 Mawozo”, que domina en la capital Puerto Príncipe y otras regiones de Haití, secuestró a 16 misioneros estadounidenses y un canadiense: “¡Oren por nosotros, por favor!”, pidió una de las víctimas en un mensaje que pudo enviar por WhatsApp.
Los misioneros estadounidenses y el canadiense pertenecen a Christian Aid, agencia cristiana que lucha contra la pobreza, y tras el secuestro, el frágil Gobierno de Haití enfrentaría presión diplomática por parte de Estados Unidos y Canadá, si el tema no se resuelve.
Una Haití arrinconada
- En 1804, Haití se convirtió en pionero mundial al abolir la esclavitud
- Actualmente, existe un desgobierno y una pobreza extrema en el país
Organización No Gubernamentales (ONG) pidieron liberar a los misioneros estadounidenses y al canadiense en Puerto Príncipe, donde proliferan bandas armadas que aprovechan un vacío de seguridad y una crisis política agravada tras el asesinato, en julio, del presidente Jovenel Moïse.
En su comunicado de prensa, Christian Aid comentó:
“(Los misioneros estadounidenses y el canadiense) son cinco hombres, siete mujeres y cinco niños. Únanse a nosotros para orar por los rehenes y sus familias, amigos e iglesias”.
Gédéon Jean, jefe del Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos de Haití, dijo que la policía es incapaz de enfrentarse a bandas cada vez más organizadas que controlan cada vez más territorios en Puerto Príncipe, pero también en ciudades del interior del país.
Misioneros estadounidenses
Christian Aid señaló que los misioneros estadounidenses y el canadiense regresaban de una visita a un orfanato cuando fueron secuestrados junto a miembros de sus familias por parte de los “400 Mawozo”, que raptan y roban en la zona entre Puerto Príncipe y la frontera con República Dominicana.
“Como organización, encomendamos esta situación a Dios y confiamos en que Él nos ayudará. Que el Señor Jesús sea magnificado y que muchas más personas conozcan Su amor y salvación”.
Estados Unidos califica a Haití como uno de los países en la zona roja, y aconseja a sus ciudadanos que no vayan allí, fundamentalmente debido a numerosos secuestros, “habitualmente a ciudadanos estadounidenses”, como los misioneros contra la pobreza y la violencia.