El próximo 24 de febrero se cumplirá un año del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania. El conflicto bélico inició en 2014 con la anexión de Crimea y el asalto a la región de Donbass, en Ucrania, pero entró en una fase completamente distinta con la agresión a gran escala ocurrida en 2022.
El fracaso de la ofensiva, que pretendía rendir Kiev en unas jornadas, ha terminado por convertirse en una guerra larga, que no sólo produce miles de víctimas y una enorme destrucción en el país, sino que está transformando el actual orden mundial.
A casi un año de la incesante guerra entre Rusia y Ucrania:
- La nieve sigue manchada de sangre en la región de Bahamut
- Las tropas rusas llevan meses intentando tomar las ciudades del este de Ucrania
- Atacan desde varios flancos, apoyados por las brutales tropas Wagner
- Casas y calles son bombardeadas sin misericordia, sin contemplaciones con las víctimas civiles
Momentos clave de la guerra entre Rusia y Ucrania, a un año del conflicto
El 24 de febrero de 2022, el presidente ruso Vladimir Putin lanza una “operación militar especial” para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania. Su propósito, dijo, era defender las repúblicas separatistas de Lugansk y Donetsk en Donbass, de las que previamente reconoció su independencia.
El ejército ruso lanzó una invasión a gran escala, acompañada de ataques aéreos en distintos puntos del país, al igual que la entrada de tropas terrestres por el este, el sur y el norte del país, desde Bielorrusia, aliada de Moscú.
El horror en Bucha
En pocos días, las tropas rusas capturaron el puerto de Berdiansk y la capital regional de Jersón, muy cerca del mar Negro, así como varias ciudades alrededor de Kiev, en el centro del país.
En la localidad de Bucha son encontrados en las calles cadáveres de civiles ejecutados a sangre fría. Los restos de varios centenares de civiles, algunos de ellos con señales de tortura, fueron localizados en fosas comunes en esta localidad a las afueras de Kiev.
La caída de Mariúpol
El 21 de abril, el Kremlin anunció la conquista de Mariúpol, un puerto estratégico del mar de Azov, mismo que sus fuerzas asediaban y bombardeaban desde principios de marzo, dejándolo sin las infraestructuras vitales: agua, electricidad y calefacción.
El objetivo de la toma de esta ciudad era permitir a Rusia asegurar la unión entre sus fuerzas procedentes de Crimea, península ucraniana anexada por Moscú en 2014, así como las zonas secesionistas de Donbass.
Según Kiev, la región de Mariúpol está 90% destruida y al menos 20 mil personas murieron.
Contraofensivas de Ucrania
A principios de septiembre, el ejército ucraniano anunció una contraofensiva en el sur, antes de realizar un avance sorpresa y relámpago de las líneas rusas en el noreste, obligando al ejército ruso a abandonar la región de Járkov, un escenario de violentos combates.
El ejército ucraniano, con sistemas de armas occidentales, logra apoderarse de decenas de localidades, bombardeando sin cesar los depósitos de municiones y las líneas de suministro rusas en la región.
Fatal invierno
A partir de octubre de 2022, el ejército ruso ataca sistemáticamente las centrales y transformadores eléctricos ucranianos, con sus misiles y drones, sumergiendo a la población en el frío y la oscuridad.
Ante las repetidas peticiones del presidente Volodímir Zelenski y después de haber dudado por temor a provocar una escalada, Estados Unidos y algunos países de Europa prometieron a Kiev el envío de decenas de tanques pesados, suscitando la ira de Moscú.