Este domingo estalló la guerra entre Armenia y Azerbaiyán debido a que hubo violentos combates entre fuerzas separatistas, apoyadas por el Gobierno armenio, y la nación contrincante.
Después de estos hechos, Armenia declaró la movilización general y la ley marcial, la cual otorga facultades extraordinarias a las fuerzas armadas en cuanto a la administración de jurisdicción y resguardo del orden público.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinian, llamó a su nación a “estar preparada para defender la patria”, y también aseguró: “vamos a vencer”.
Nagorno Karabaj, el origen de una guerra entre Armenia y Azerbaiyán
Nagorno Karabaj es una región secesionista de Azerbaiyán, de mayoría armenia y que cuenta con el apoyo de Ereván. A principios de los años 1990, fue escenario de un conflicto que dejó 30 mil muertos.
Desde entonces, las autoridades de Azerbaiyán quieren retomar su control, aunque sea por la fuerza.
Las negociaciones de paz estuvieron en punto muerto desde hace años.
Este conflicto entre Armenia y Azerbaiyán podría generar la intervención de potencias rivales en la región, como Rusia y Turquía.
Un portavoz del ministerio de Defensa azerbaiyano anunció que el ejército de su país había conquistado este domingo seis pueblos bajo control armenio en los combates en Nagorno Karabaj.
El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán lleva décadas
Azerbaiyán y Armenia son dos antiguas repúblicas soviéticas que están en conflicto desde hace décadas por la región secesionista de Nagorno Karabaj.
Los separatistas y azerbaiyanos se enfrentan de forma recurrente, pero también lo hacen directamente Armenia y Azerbaiyán.
La tensión ha crecido debido a que los dos países ya se enfrentaron en su frontera norte el pasado mes de julio en los combates más graves desde 2016, los cuales hicieron temer a la población involucrada la desestabilización de la región.
Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea pidieron con anterioridad a Armenia y Azerbaiyán que pusieran fin al conflicto, mientras que Turquía brindó su pleno apoyo a los armenios.
Azerbaiyán cuenta con inmensas reservas de petróleo, lo que le permite cuantiosos gastos militares, mientras que Armenia, mucho más pobre, es un país más cercano a Rusia, que tiene ahí una base militar.
Moscú vende armas a ambos países, pero hasta ahora había jugado un papel de árbitro en la región, evitando la inminente guerra abierta que ya inició entre Armenia y Azerbaiyán.
Olesya Vartanyan, experta del International Crisis Group, considera que esta nueva escalada se explica en parte por la falta de una mediación internacional activa.
“Desde la pandemia del coronavirus COVID-19, el conflicto ha sido olvidado, y los diplomáticos ya no han intervenido; ni siquiera en los enfrentamientos de julio pasado”
Olesya Vartanyan, experta del International Crisis Group.