En su tercer día, los bombardeos entre Israel y los grupos armados de la Franja de Gaza ya suman 25 muertos, entre ellos varios niños, además de 76 heridos, de acuerdo con el Hamas (Movimiento de Resistencia Islámica).
Asimismo, de acuerdo con la Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), los bombardeos de Israel han acabado con la vida de varios de sus combatientes, toda vez que los servicios de socorro israelíes no dieron parte de víctimas, luego de que el miércoles medios locales reportaron la caída de un misil en una vivienda de la ciudad israelí de Sdérot.
Mientras que desde que comenzaron los disparos de cohetes desde Gaza el miércoles, los palestinos han lanzado 507 proyectiles hacia Israel, de los que el ejército apunta haber interceptado 154 con el sistema de defensa antiaérea “cúpula de hierro”.
Bombardeos de Israel
La escalada de violencia comenzó el martes con unos ataques israelíes contra la organización Yihad Islámica, considerada “terrorista” por el Estado hebreo, la Unión Europea y Estados Unidos.
Toda vez que, esta mañana, el ejército israelí dijo haber atacado una plataforma de lanzamiento de obuses de mortero, perteneciente a la Yihad Islámica, así como eliminado antes del amanecer a un líder militar del movimiento, que lanzó este jueves una nueva tanda de cohetes, activando las sirenas de alerta en varias localidades e Israel.
“Estamos aún en medio de la campaña”, aseguró la noche del miércoles el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que agregó que “quien quiera que nos haga daño, quien quiera que nos envíe terroristas, pagará el precio”.
Franja de Gaza, entre el apoyo y la mediación
Por otro lado, Irán, que apoya a la Yihad Islámica, denunció las “atrocidades de los sionistas”, destacando el vocero de su Cancillería, Naser Kanani, a través de Twitter, que “Palestina y sus grupos de resistencia están unidos, decididos y equipados”, prometiendo a su vez que con los ataques , Israel no obtendrá nada más que “la derrota”.
Mientras tanto, en la ciudad de Gaza los comercios permanecen cerrados y las calles desiertas, toda vez que, al norte de la Franja, en Beit Lahia, los vecinos hacían este jueves balance de los daños sufridos tras un ataque israelí que destruyó un edificio de tres plantas.
“Había niños en esta casa; no había ni lanzamisiles ni armas”, declaró Um Rani al Masri, de 65 años.
Asimismo, la Yihad Islámica replicó que “los asesinatos israelíes no quedarán impunes”, y prometió que “todas las opciones están sobre la mesa”, toda vez que Hamas indicó que los disparos de cohetes provienen de “la resistencia unificada”, en respuesta “a las masacres” perpetradas por el ejército israelí.
A la par, Egipto, mediador habitual entre Israel y los grupos armados gazatíes, está tratando de obtener un alto al fuego, con lo que este jueves habría llegado a El Cairo, Mohammed al Hindi, responsable del departamento político de la Yihad Islámica.
A su vez, Tom Nides, embajador de Estados Unidos en Israel, se dijo preocupado por los disparos palestinos y aseguró, a través de su cuenta de Twitter, que está “trabajando en una desescalada rápida”.
La vida en Israel, entre sirenas
Desde los primeros disparos de cohetes palestinos, las sirenas sonaron, incluso en el área metropolitana de Tel Aviv y en la ciudad de Beersheva, en el sur de Israel.
En Ashkelon, a unos 20 km del norte de la Franja de Gaza, los comercios abrieron este jueves y los vecinos se dedicaban a sus quehaceres cotidianos.
“No es la primera vez que caen (cohetes) en mi casa, pero no me da miedo”, dijo Miriam Keren, una mujer de 78 años. “Al principio estuvimos en shock, pero no tenemos miedo, simplemente es muy desagradable“.
En agosto de 2022, tres días de enfrentamientos entre Israel y la Yihad Islámica dejaron un saldo de 49 palestinos muertos, entre ellos 19 niños, según la ONU. Más de un millar de cohetes fueron disparados desde Gaza hacia Israel, causando tres heridos.
Por otro lado, en Cisjordania, un palestino de 30 años murió por las heridas de bala sufridas el miércoles, en una operación israelí, cerca de Yenín, en la que fallecieron dos miembros de la Yihad Islámica.