Los temores por la propagación de la variante Delta del COVID-19 no llevaron a los turistas extranjeros a cancelar sus estancias previstas en la capital de Francia este verano, pero frenaron las nuevas reservas, informó el presidente de la Oficina de Turismo de París, Jean François Rial.
“Los turistas extranjeros comenzaron a volver en junio, pero, desde hace quince días, con el aumento de la variante Delta y la preocupación que genera (las reservas) han disminuido, como también los viajes de los franceses al extranjero”, mencionó Rial a la radio France Inter.
También, precisó, “hay pocas cancelaciones”, pero “una fuerte disminución de las nuevas reservas”.
- En ese sentido, turistas de Alemania, Italia y Bélgica reservaron menos, pero, desde mediados de mayo hubo una aceleración de las reservas, pero está bajando de manera notoria, explicó Rial.
El presidente de la Oficina de Turismo de París, Francia, mencionó que el pase sanitario no es “realmente el problema porque no impide que los extranjeros vengan”.
El pase sanitario contra el COVID-19 informa si el poseedor completó la pauta de vacunación, si está inmunizado o si dio negativo en un test PCR reciente. Será necesario para entrar en lugares como cines, museos y algunas instalaciones deportivas.
El pase sanitario es “una herramienta que permite evitar el cierre (de hoteles, restaurantes, etc), así que está muy bien. Yo lo prefiero a un confinamiento”, señaló.
- Rial puso como ejemplo la agencia de turismo Viajeros del Mundo, que preside: las reservas aumentaron desde mediados de mayo “a un nivel extremadamente alto”. “Estábamos por encima del total de reservas en el mismo período en 2019”, dijo.
“Desde el aumento de la variante Delta y las preocupaciones generales que existen, no hemos tenido ninguna cancelación”, añadió. “Hay reservas, pero muchas menos. Hemos bajado al 50% de la actividad, así que hemos vuelto a caer en un letargo preocupante”.
- Sobre todo, porque estas nuevas reservas son para viajes a corto plazo (julio, agosto, septiembre) porque -según él- “la gente tiene miedo de que los países de destino empiecen a rechazar a los franceses”.