Los disturbios en Francia tras la muerte de un adolescente en junio dejaron casi 750 personas condenadas a prisión, según informaron este miércoles las autoridades, quienes defendieron una “una respuesta firme y sistemática”.
Y es que durante las nueve noches de disturbios los tribunales dictaron mil 278 sentencias, hasta ahora, condenatorias en 95%, mientras que, de las mil 056 personas condenadas a cárcel, a 742 se les impuso prisión firme, de las cuales 600 ya están en prisión.
Asimismo, durante las protestas miles de autos fueron incendiados a la par de centenares de edificios públicos en toda Francia, donde también se registró el saqueo de varias tiendas, en acciones estimadas por las aseguradoras en 650 millones de euros (alrededor de 12 mil 220 millones de pesos).
“Era muy importante que hubiera una respuesta firme y sistemática (…) Era esencial que restableciéramos el orden”, aseguró el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, durante una entrevista en la radio RTL.
La muerte de Nahel, un joven de 17 años, por un disparo a quemarropa de la policía durante un control del tránsito en Nanterre, un suburbio del oeste de París, el 27 de junio provocó un estallido de violencia urbana, que dio la vuelta al mundo.
La respuesta inicial del presidente centrista Emmanuel Macron a este estallido de violencia, el segundo desde enero con las protestas contra su reforma a las pensiones, se centró en un fuerte despliegue policial, con hasta 45 mil agentes, y llamados a la responsabilidad.
El 30 de junio, Éric Dupond-Moretti había pedido a la fiscalía una respuesta penal “rápida, firme y sistemática” contra los autores de la violencia, que derivó en 905 detenidos juzgados durante una comparecencia inmediata ante el juez.
“Tenemos sentencias fuertes con órdenes de ingreso en prisión para personas sin antecedentes”, indicó a la cadena BFMTV inicios de julio Aurélien Martini, del sindicato de magistrados USM, sin descartar que éstas tuvieran “un efecto de disuasión general”.
Mientras que las condenas registradas por estos disturbios son superiores a los que se vivieron en los suburbios de las ciudades durante tres semanas en 2005, tras la muerte de dos jóvenes electrocutados tras huir de la policía. Más de 400 penas de prisión firme fueron pronunciadas entonces.
Autoridades pidieron la participación de los padres
Por otro lado, destaca que la edad media de los más de 3 mil 700 detenidos durante los últimos disturbios era sólo de 17 años, además de que, según el ministro del Interior, Gérald Darmanin, alrededor del 60% de los arrestados no tenía antecedentes penales.
Sin embargo, ante la presencia de menores de edad, el gobierno presionó a sus padres y evocó la posibilidad de “sancionar económicamente” a las familias de los jóvenes que participen en los disturbios, una opción criticada por la oposición de izquierda.
El ministro de Justicia recordó a la fiscalía la “responsabilidad penal” de quienes no ejerzan la autoridad parental, que puede conllevar penas de hasta dos años de prisión y 30 mil euros de multa (564 mil pesos).
“No se trata de castigar a la mamá que trabaja por la noche y que cría sola a su hijo. La sistematización nunca es buena, hay que ir caso por caso”, relativizó este miércoles el ministro de Justicia Dupond-Moretti, prometiendo que “habrá” acciones judiciales contra los padres.
Además, el gobierno había pedido colaboración a las redes sociales para identificar a los usuarios que colgaran videos sensibles de los disturbios y abogó incluso por “suspender” algunas de sus funciones en situaciones similares en el futuro.
“Snapchat no es un escondite y (…) cuando dos chavales se llaman para quedar y apuntar a un objetivo, se les puede encontrar”, subrayó el funcionario francés, recordando que “se han dictado condenas”.
A un hombre de 38 años de un suburbio de Lyon (este) se le condenó así la semana pasada a un año de prisión tras que se le declaró culpable de incitación pública a cometer delitos con mensajes en la red social Snapchat.