El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, investigado por peculado en obras contratadas luego de un terremoto en 2016, pidió asilo a México. Esto lo informó este viernes su abogado Eduardo Franco. “Está confirmado, eso le puedo decir”, se limitó a decir Franco mediante una llamada telefónica.
La antigua dupla del entonces mandatario socialista Rafael Correa (2007-2017) se refugió el domingo en la embajada mexicana de Quito, donde permanece como huésped.
La Fiscalía investiga al exvicepresidente (2013-2017) por el “caso de reconstrucción de Manabí”, una provincia costera, en el centro del Pacífico ecuatoriano, devastada por el terremoto de magnitud 7.8 hace siete años.
El exvicepresidente ecuatoriano “tiene que ir a la Fiscalía a rendir su versión pero no va a ser detenido (…) Recordemos que en 2016 hubo un terremoto y existieron abusos y él va a ser procesado por peculado“, dijo el miércoles la fiscal de Ecuador, Diana Salazar, en entrevista con CNN en español.
En otro proceso distinto, a Glas se le condenó en diciembre de 2017 a seis años de cárcel por la trama de corrupción de la firma brasileña Odebrecht. En 2022 obtuvo su libertad condicional.
“No existe una orden de detención, simplemente existe una figura para invitarlo a que rinda una versión a la Fiscalía”, insistió Salazar.
¿Por qué pidió asilo el exvicepresidente ecuatoriano?
Franco asegura que la solicitud de asilo de Jorge Glas es una medida para proteger “su vida, su integridad física”. “Su vida corre peligro, su detención es llevarlo a la muerte” pues “el Estado no controla las cárceles“, aseguró también en CNN.
La violencia del narco encontró su nido en las prisiones de Ecuador, que se han convertido en centros de operaciones criminales y campos de batalla. Desde febrero de 2021 han ocurrido al menos una decena de matanzas por choques entre bandas rivales, que han dejado más de 460 reclusos muertos.
La ministra de Gobierno (interior), Mónica Palencia, dijo en rueda de prensa que cuando se enteraron de la presencia de Glas en la embajada mexicana “se puso un carro de la policía y policías” alrededor de la sede diplomática, ubicada en el norte de Quito.
En los últimos años, México otorgó asilo o refugio a otros exfuncionarios del gobierno de Correa, como el excanciller Ricardo Patiño y los diputados Soledad Buendía, Carlos Viteri y Gabriela Rivadeneira.
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El popular exmandatario Correa también está condenado a ocho años de cárcel por corrupción y vive en el exilio en Bélgica.
El jueves, el Parlamento -en el que el correísmo se alza como la principal fuerza, sin ser mayoría- no reunió el jueves los votos necesarios para aprobar una moción de autorizar el enjuiciamiento penal de Glas debido a que el supuesto peculado se habría cometido cuando se desempeñaba como vicepresidente. Por lo que su situación jurídica la deberá resolver la suprema Corte Nacional de Justicia.