Tras una jornada de lluvias intensas en Los Ángeles, California, EU, la alcaldesa de la ciudad, Karen Bass, ordenó la extensión del decreto de Estado de Emergencia con el fin de que continúe la ayuda para reparar los destrozos en la infraestructura y a la ciudadanía.
En redes sociales circulan algunas imágenes que muestran cómo quedaron calles y carreteras de Los Ángeles y otras zonas de California; algunas importantes vías de comunicación quedaron incomunicadas y cientos de miles de personas tuvieron que meterse al agua.
Algunas estaciones del Metro también resultaron afectadas, usuarios tuvieron que meterse al agua, mientras equipos de emergencia realizaban trabajos de extracción con bombas industriales.
La última tormenta del Pacífico desató aguaceros torrenciales y vientos dañinos en California el fin de semana pasado, un día después de que el aumento de los riesgos de inundaciones y deslizamientos de tierra provocara miles de evacuaciones y cortes de energía generalizados.
De acuerdo con las autoridades, más de 33 millones de californianos se vieron amenazados por el clima severo durante los últimos días.
Meteorólogos informaron sobre lluvias “fuertes a excesivas” en todo el estado, especialmente en el sur de California, ya que las ráfagas de viento alcanzaron más de 40 millas (64 km) por hora en muchos lugares.
Los fuertes vientos causaron estragos en la red eléctrica, dejando sin electricidad a decenas de miles de californianos. Hasta 220 mil hogares y negocios se quedaron sin electricidad.