El FMI alertó este domingo que el ritmo lento de crecimiento económico en algunas partes de Europa podría convertirse en “recesión” en todo el continente, mientras la interrupción del suministro de energía amenaza con dificultades económicas y la crisis del costo de vida aviva las tensiones sociales.
¿A qué se debe la advertencia del FMI?
De acuerdo con el Informe Regional de Perspectiva Económica sobre Europa, del Fondo Monetario Internacional (FMI), la inflación elevada con la que lidian actualmente los países europeos, así como la crisis energética cada vez peor, han deprimido el poder adquisitivo de los hogares y elevado los costos comerciales, tensiones que el nuevo apoyo de las autoridades compensa “solo en parte”.
Y es que este año la inflación se disparó por la invasión de Rusia a Ucrania, a medida que los precios de la energía subían, lo que obligó al Banco Central Europeo a elevar las tasas de interés para enfriar la economía a riesgo de provocar una contracción.
“La perspectiva europea se ha oscurecido considerablemente, con un crecimiento que se desacelerará bruscamente y la inflación que se mantendrá elevada”, dijo el FMI en su informe.
Asimismo, el Fondo predice que Alemania e Italia entrarán en recesión el próximo año, convirtiéndose en las primeras economías avanzadas en registrar decrecimiento tras la guerra en el flanco oriental de Europa, mientras en el mismo informa se espera que el crecimiento en las economías avanzadas europeas se reduzca bruscamente a 0.6% en 2023.
Para las economías emergentes de la región, excluyendo los países en conflicto y Turquía, se prevé que el crecimiento también caiga al 1.7%, mientras que las pérdidas en los países en conflicto sean grandes.
“Un riesgo clave a corto plazo es una mayor interrupción del suministro de energía, lo que, combinado con un invierno frío, podría provocar escasez de gas, racionamiento y un sufrimiento económico más profundo”, dijo el FMI.
En tanto que también la inflación podría mantenerse alta por más tiempo y las tensiones sociales podrían empeorar debido al aumento de los costos, por lo que agregó que, en las circunstancias actuales, los bancos centrales deberían continuar elevando las tasas de interés, y pidió “aumentos más rápidos” en las economías avanzadas.
Quienes llevan adelante las políticas deben “caminar por una línea muy fina” entre combatir la inflación y apoyar a los hogares y las empresas vulnerables durante la crisis energética, dijo.
A principios de este mes, el FMI pronosticó que la economía alemana, la más grande de Europa, se contraería un 0.3% en 2023, muy afectada por su dependencia del gas ruso después de que Moscú cortara los suministros a Europa en presunta represalia por las sanciones occidentales por el conflicto.
Italia, cuyas industrias también dependen de las importaciones de gas, verá cómo su Producto Interno Bruto se contrae en un 0.2%.