La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), principales autoridades sanitarias de Estados Unidos, recomendaron una “pausa” en el uso de la vacuna de Johnson & Johnson contra COVID-19. La razón: temor a que sea causante de coágulos sanguíneos.
La FDA y los CDC están evaluando la “importancia potencial” de seis casos reportados de coágulos sanguíneos poco comunes en pacientes que recibieron la inyección. La alerta la publicó la Administración de Drogas y Alimentos a través de su cuenta oficial de Twitter.
“Recomendamos una pausa en el uso de esta vacuna por precaución”.
Se lee en parte del mensaje.
El regulador informó que, hasta el lunes, se habían administrado más de 6.8 millones de dosis de la vacuna de Johnson & Johnson en Estados Unidos.
“Los CDC y la FDA están revisando datos de seis casos reportados en Estados Unidos de un tipo de coágulo sanguíneo raro y severo producido en individuos después de recibir la vacuna. En este momento, estos eventos adversos parecen ser extremadamente raros”.
Escribió la FDA en Twitter.
La agencia afirmó que pide esta interrupción para permitir a los proveedores de atención médica que obtengan “el tratamiento único requerido contra este tipo de coágulo de sangre”.
Ante la situación, los CDC convocarán a un comité asesor el miércoles a fin de “revisar más a fondo estos casos y evaluar su importancia potencial. La FDA revisará ese análisis, ya que también investiga estos casos”.
La declaración se produjo días después de que el regulador de medicamentos de la Unión Europea dijera que también está revisando posibles casos de coágulos de sangre en personas que recibieron la vacuna de Johnson & Johnson.