El ciclón Eta dejó por lo menos 68 muertes por su paso por Centroamérica, autoridades evalúan la destrucción provocada por fenómeno, que dejó casas soterradas, ríos desbordados y deslaves de cerros, antes de dirigirse nuevamente hacia el Caribe.
Los países del istmo se mantenían cubiertos de neblina o con lluvias leves este viernes, un alivio después de los aguaceros que provocó Eta en la región desde el martes, cuando tocó tierra en el Caribe Norte de Nicaragua como un potente huracán de categoría 4.
Cuba se prepara para la llegada de Eta
El ciclón salió del norte de Honduras la tarde del jueves convertido en depresión tropical y volvió al Caribe, donde podría fortalecerse nuevamente a tormenta tropical mientras avanza hacia Cuba, según proyecciones del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Autoridades cubanas comenzaron a prepararse para contener el impacto del ciclón, que se prevé toque tierra el domingo.
Eta y los daños
En Guatemala, que sufrió más de 50 muertos por derrumbes en áreas empobrecidas del norte y noroeste del país, las autoridades de socorro alertaron a la población de más lluvias.
Los equipos de socorro no han podido llegar a la aldea Quejá, en el departamento norteño de Alta Verapaz, donde según el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, murieron más de 50 personas por un desprendimiento de tierra que sepultó una veintena de viviendas.
Autoridades dijeron que personas permanecen en riesgo, 18 están desaparecidas y 4 mil 724 se encuentran albergadas en Guatemala.
En Nicaragua, persistía la lluvia este viernes en el Pacífico y el norte del país, mientras los ríos en el Caribe continúan crecidos, según las autoridades.
Medios locales reportaron que la localidad de Bilwi, donde hizo impacto Eta, permanece aislada por la crecida del río Wawa, que solo puede ser cruzado por barcaza, mientras pobladores intentan reconstruir sus casas.
El ciclón provocó la muerte de dos mineros en el Caribe nicaragüense, aunque las autoridades no han hecho un recuento del daño de Eta.
En Honduras, murieron ocho personas como consecuencia de derrumbes e inundaciones, aunque Marvin Aparicio, de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) admitió que podría haber más víctimas.
Más de 7 mil personas debieron ser albergadas y miles más permanecen incomunicadas por las inundaciones.
En Panamá, los daños se concentraron en la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, donde cinco personas murieron en deslaves, incluidos tres niños, aunque las autoridades de protección civil temen que haya más víctimas.
Por su parte, en Costa Rica murieron dos personas por un desprendimiento de tierra que sepultó su casa este jueves en el cantón de Coto Brus, fronterizo con Panamá, mientras 20 carreteras sufrieron cortes, según la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
- Alrededor de mil 400 personas fueron trasladadas a albergues
El Salvador registró un pescador muerto, mientras unas mil 700 personas permanecen albergadas por riesgo de inundaciones, reportó protección civil.