En los últimos días se ha hablado mucho sobre el default en el que podría caer Estados Unidos al no poder pagar sus deudas si no se eleva el techo de la deuda, pero si no sabes de qué se trata y qué pasaría, aquí te lo decimos, entre lo que figura una posible suspensión a los pagos a funcionarios y seguridad social.
- EU debe pagar 302 mil millones de dólares y sólo recaudará 199 mil mdd.
Y es que mientras sigue sin llegar el acuerdo entre el gobierno de Joe Biden y el Congreso, la administración pública federal estadounidense comenzará a quedarse sin dinero para pagar los bonos de deuda que emite en la bolsa de valores y sus gastos corrientes, como las jubilaciones, salud y salarios.
Ello, de continuar la situación como hasta ahora, podría darse durante los primeros días de junio, luego de que de acuerdo con Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, la dependencia a su cargo comenzará a quedarse corta de fondos.
El día “D” será cuando el Departamento del Tesoro comience a quedarse corto de fondos. Eso podría ocurrir desde el 1 de junio, según la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, toda vez que el día 15 es la siguiente fecha de pago de intereses de los bonos de deuda emitidos en el mercado internacional.
Asimismo, según estimaciones del pensamiento Bipartisan Policy Center, en la primera quincena del sexto mes de 2023 el Departamento del Tesoro deberá desembolsar 302 mil millones de dólares, mientras que las arcas públicas únicamente recabarán 199 mil mdd, dejando una brecha de 103 mil mdd que tendría que ser cubierta con la emisión de nueva deuda.
Sin embargo, el problema está en que a mediados de enero pasado el Gobierno federal llegó al tope de deuda autorizado por el Congreso, de 31.4 mil billones de dólares, por lo que ya no podría acceder a este tipo de instrumentos para solventar sus obligaciones durante la segunda mitad del año.
¿Entonces cuándo ocurrirá el default de EU?
Por otra parte, aunque se sabe que el Departamento del Tesoro comenzará a quedarse sin el dinero suficiente para cumplir únicamente con la recaudación fiscal desde el 1 de junio, así como la fecha límite para el pago de intereses en deuda bursátil, resulta difícil de calcular cuándo ocurrirá un potencial impago, si no es que imposible, pues todavía pueden tomarse algunas medidas.
Lo que sí, es que según Yellen es “prácticamente cierto” que la cuerda no podrá estirarse mucho más allá de inicios de junio, pese a las medidas adoptadas hasta el momento, como la suspensión de la emisión de bonos de deuda.
Sin embargo, “si el tope de endeudamiento no se aumenta, habrá decisiones difíciles que tomar”, afirmó la secretaria, pues el Gobierno estará en la disyuntiva entre si pagar sueldos, pensiones y gastos de salud, entre otros, y caer en el impago de su deuda, lo que indudablemente impactará en los mercados internacionales; privilegiar sus compromisos bursátiles y dejar en pausa a jubilados y funcionarios públicos; o pagar todo, aunque parcialmente.
¿Qué pasaría con un default de EU?
Al respecto, el economista en jefe de EY Parthenon, Gregory Daco, considera que el gobierno estadounidense sólo tiene dos posibilidades, “priorizar algunos pagos”, o “reducir todos los gastos 30%” para que se ajusten a la recaudación.
Mientras que, de acuerdo con The Wall Street Journal, la administración a cargo del demócrata Biden estaría evaluando modificar sus transferencias de dinero, que pasarían de validarse con varios días de antelación a hacerse un día antes de la fecha de ejecución, o en su caso retrasar los pagos hasta reunir suficiente dinero en la caja.
Hasta ahora, el Departamento del Tesoro no dejó ninguna instrucción, según una fuente cercana al asunto.
Por otro lado, lo que pasaría en cualquiera de los escenarios anteriores no augura nada bueno, pues por un lado los funcionarios públicos dejarían de cobrar por su trabajo, habría servicios suspendidos o los jubilados no recibirían sus pensiones.
Mientras que, en el otro caso, las afectaciones repercutirían a nivel internacional que caería en shock, de acuerdo con l profesor de la universidad pública de Old Dominion, en Virginia, Vinod Agarwal, quien agregó que “simplemente vamos a entrar en lo que yo llamo un desastre en la economía estadounidense, si no se eleva el techo de la deuda. Entonces esto envió esencialmente como un shock a la economía global”.
“Realmente no sabemos cuáles serán las consecuencias. Sin embargo, con lo que tenemos, como ha estimado la mayoría de los economistas, la tasa de interés aumentará significativamente, con el resultado de que es probable que la economía estadounidense entre en recesión. Hay una pérdida significativa de puestos de trabajo, el gobierno federal no podrá pagar todas sus obligaciones y, como consecuencia, simplemente conducirá a un caos en la economía estadounidense y, por lo tanto, en la economía mundial”
Vinod Agarwal / profesor de la universidad pública de Old Dominion
Además del desastre económico, también se prevé que un posible default tendría “un impacto significativamente alto en las tropas” según Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, quien apuntó que “la preparación sería claramente afectada. Así que nuestros ejercicios a gran escala se demorarían o se detendrían en muchos casos”.
El panorama a corto plazo
Mientras tanto, el presidente Joe Biden asegura que Estados Unidos no caerá en un impago, pues destaca que las conversaciones con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, han sido productivas pese a que todavía no se alcanza un acuerdo, y los legisladores iniciaron un receso de 10 días, aunque tendrían que volver de urgencia a Washington para votar en caso de que se lograra un pacto respecto a la deuda.
Y es que mientras el gobierno demócrata espera obtener los recursos necesarios para continuar operando sin contratiempos, los republicanos condicionan el aumento del techo de deuda a una reducción de 130 mil millones de dólares en el gasto público, que consideran oneroso.
Para ello, los de oposición piden al presidente requisitos más estrictos para la solicitud de subsidios, así como la recuperación de fondos de ayuda no gastados durante la pandemia de COVID-19.
A ello se sumaría la extensión de recortes de impuestos que impuso Donald Trump durante su mandato, toda vez que los demócratas podrían subir las tasas impositivas, sobre todo a los más ricos, con la finalidad de recaudar más recursos en caso de que no se apruebe un aumento al tope de la deuda.
Optimismo en el Congreso
Por otra parte, reportes indicarían que estaría cerca un acuerdo entre demócratas y republicanos para ampliar el tope de la deuda estadounidense, asegurando incluso que sería por cubrir la deuda de 31 billones de dólares durante dos años a fin de evitar en 2024 durante las elecciones generales un nuevo episodio como el que se vive ahora.
Sin embargo, todavía no hay nada firme, toda vez que Kevin McCarthy aseguró el jueves a periodistas que los negociadores habían “hecho progresos” pero que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”, en el sentido del optimismo de Biden.
“Aprobamos un proyecto. Nadie más en Washington lo hizo. Eleva el límite de la deuda, frena nuestro gasto, devuelve nuestro malgastado dinero y libera lo que nos está frenando”
Kevin McCarthy / presidente de la Cámara de Representantes
Con ello, podría ser que el acuerdo cumpla con las demandas republicanas de reducir el gasto público, que incluye la entrega de apoyos sociales, aunque evitando un posible cataclismo que involucraría, además de una baja en las diversas calificaciones crediticias de EU, la caída de mercados y pérdida de empleos, así como una recesión.