Las autoridades islandesas declararon el estado de emergencia el viernes después de varios sismos en la península de Reykjanes, en el suroeste del país, que hacen temer una erupción volcánica en la región.
“El jefe de la policía nacional (…) declara el estado de emergencia para la defensa civil debido a la intensa actividad sísmica en Sundhnjukagigar, al norte de Grindavik”, dijo el departamento de Protección Civil y de Emergencias en un comunicado.
“Los terremotos pueden volverse más importantes” y “esta serie de eventos podría provocar una erupción”, advirtió la administración.
Según la Oficina Meteorológica de Islandia (OMI), una erupción podría tener lugar “en unos pocos días”.
Se han puesto en marcha planes de desalojo para el pueblo de Grindavik, que tiene unos 4 mil habitantes, ubicado a tres kilómetros al suroeste de la zona donde se registraron los sismos el viernes.
El Departamento de Protección Civil también ha anunciado el envío de patrullas a Grindavik “por motivos de seguridad”.
El jueves, la “Laguna Azul”, un sitio turístico ubicado cerca de Grindavik famoso por sus balnearios geotérmicos, fue cerrado por precaución.
Dos sismos, el más fuerte de los cuales con una magnitud de 5.2 según las primeras evaluaciones de la OMI, se sintieron hasta la capital Reikiavik, a unos cuarenta kilómetros de distancia, y en gran parte de la costa sur del país.
Unos 24 mil temblores se han registrado en la península desde finales de octubre, según la OMI, con casi 800 terremotos registrados entre la medianoche y la tarde del viernes.
Desde 2021, se han producido tres erupciones en la península de Reykjanes, en marzo de 2021, agosto de 2022 y julio de 2023, todas alejadas de infraestructuras o zonas pobladas.
Islandia tiene 33 sistemas volcánicos activos, que es el número más alto de Europa.