España registra los primeros incendios forestales que afecta a la península ibérica debido a la intensa ola de calor que padece el país. Ante los desastres naturales las autoridades españolas y portuguesas elevaron al máximo el riesgo de estos siniestros.
El ministerio español de Transición Ecológica anunció que había despachado “seis medios aéreos de lucha contra el fuego” a tres incendios en las regiones de Aragón, La Rioja y Cataluña, todas en el noreste.
El incendio más importante afectaba a 33 hectáreas de una zona forestal protegida de la costa de la provincia de Tarragona.
Las autoridades regionales catalanas habían prohibido las acampadas en el bosque y las actividades deportivas en el medio rural entre el viernes y el martes, así como algunos trabajos agrícolas mecánicos a ciertas horas.
Este incendio de la Pobla de Massaluca “afecta a una superficie provisional aproximada de 33 héctareas, casi todas de terreno forestal”, informó el servicio de agentes rurales de Cataluña.
La inquietud es alta tras los devastadores incendios que sacuden, desde hace semanas, a otros países mediterráneos como Grecia, Turquía y Argelia.
En España, el riesgo se considera “extremo”, indicó la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), mientras que en Portugal la alerta por incendios es “máxima” en las regiones interiores norte y centro del país, así como en una parte del Algarve (sur), indicó su instituto meteorológico.
Las alertas se han incrementado debido a la ola de calor que eleva las temperaturas alrededor de los 40 grados en gran parte de la península hasta el lunes, con picos, incluso, superiores en varias zonas como el valle del Guadalquivir, en el sur de España, donde los termómetros podrían llegar hasta los 45 grados.
Por primera vez desde 1920, el famoso parque del Retiro de Madrid, lugar al que acuden muchos vecinos buscando alivio ante las altas temperaturas en verano, debe sobrepasar los 40 grados durante tres días consecutivos, de viernes a domingo, señaló el portavoz de AEMET, Rubén del Campo, en Twitter.
Estas temperaturas, muy por encima de las normales en este periodo, están causadas por la irrupción de una masa de aire muy caliente procedente del norte de África.
Los científicos consideran que esta reiteración de canículas, el tiempo más caluroso del tiempo, es efecto inequívoco del calentamiento del planeta y estiman que este tipo de olas de calor se multiplicarán e intensificarán en el futuro.