Tras casi dos años vigente, el uso obligatorio del cubrebocas finalizó este miércoles en España, salvo para muy contadas excepciones, como hospitales y el transporte público, con la publicación de una disposición en el boletín oficial del Estado (BOE).
El BOE oficializa el decreto del gobierno español, que el martes eliminó una de las últimas restricciones sanitarias todavía vigentes en el país ante la pandemia del COVID-19, el uso de cubrebocas en interiores, en virtud de que el 92.5% de los españoles mayores de 12 años están totalmente vacunados.
De este modo, el uso obligatorio del cubrebocas, que fue implantado inicialmente el 21 de mayo de 2020 durante la primera ola de la pandemia, quedará restringido únicamente a hospitales, transporte público y geriátricos.
El uso del cubrebocas siempre fue muy respetado en este país, donde tampoco hubo mayor polémica en cuanto a la vacunación.
“Avanzamos en la vuelta a la normalidad previa a la pandemia. El éxito de la campaña de vacunación nos permite iniciar ahora una nueva etapa en la lucha contra el COVID-19”,
Se congratuló en Twitter el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
España abandona una de las últimas restricciones sanitarias todavía vigentes en el país ante la pandemia del COVID-19, gracias al “contexto epidemiológico favorable” actual debido principalmente a la “altísima cobertura vacunal” en la población, coincidió en rueda de prensa la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
¿Dónde sí se usará el cubrebocas en España?
El cubrebocas seguirá siendo obligatoria sólo en centros de salud y hospitales, los geriátricos y el transporte público, pero se recomienda su uso en “eventos multitudinarios, aglomeraciones y en el entorno familiar o celebraciones cuando estemos con personas con factor de vulnerabilidad”, detalló Darias.
En las oficinas no será obligatoria, salvo cuando las empresas lo consideren necesario, explicó.
El uso del cubrebocas ha sido siempre muy respetado en el país, que incluso fue uno de los pocos que volvió a hacer obligatorio su uso al aire libre antes de la pasada Navidad, para hacer frente a la contagiosa variante Ómicron. En febrero, se volvió a levantar esa medida.
España, un país muy golpeado por la primera ola de la pandemia en la primavera de 2020, cuando los españoles quedaron bajo uno de los confinamientos más estrictos del mundo, puso en práctica a finales de marzo una nueva estrategia para tratar COVID-19 como enfermedad endémica, comparable a la gripe.
El gobierno lo justificó subrayando el hecho de que el país posee una de las tasas de vacunación más elevadas del mundo, con 92.5% de su población mayor de 12 años totalmente inmunizada y más de la mitad de sus 47 millones de habitantes incluso con la dosis de refuerzo.
El país ha registrado 103 mil 266 fallecidos por COVID, según las cifras oficiales.