Ya son más de 3 mil 800 personas que perdieron la vida tras registrarse un terremoto de magnitud 7.8 al suroeste de Turquía y al norte de Siria. Un sismo que se produjo alrededor de las 4:15 horas (tiempo local), a una profundidad de 17.9 kilómetros, con epicentro en el distrito de Pazarcik, a unos 60 km de la frontera siria.
Una segunda réplica de gran magnitud golpeó la zona nueve horas después, a 4 kilómetros al sureste de Ekinozu, que de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) fue de magnitud 7.5
La misma dependencia gubernamental de la Unión Americana agregó que un terremoto de ese tamaño tiene el potencial de ser perjudicial en cualquier parte del mundo, además de que, por lo relativamente profundos, la intensidad es severa.
¿En qué otros países se sintió el terremoto?
El movimiento telúrico fue de gran magnitud, que incluso se sintió en otras partes del mundo, como Groenlandia, como lo reportó el Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia (GEUS, por sus siglas en inglés).
“Los fuertes temblores en Turquía fueron claramente registrados por los sismógrafos de Dinamarca y Groenlandia“, dijo a la AFP la sismóloga Tine Larsen.
En la noche, “las ondas del sismo llegaron al sismógrafo de la isla danesa de Bornholm (en el mar Báltico) unos 5 minutos después del inicio del temblor“, explicó Larsen.
La científica dijo que ocho minutos después del terremoto, la onda llegó a la costa este de Groenlandia, propagándose por todo el territorio.
Pero no nada más Dinamarca y Groenlandia, el terremoto de magnitud 7.8, que se produjo en la oscuridad de una mañana de invierno, también se sintió en Chipre y Líbano.
Siete días de luto en Turquía
El balance de las víctimas ha ido agravándose con las horas debido al alto número de edificios derrumbados -unos 3.471 según las autoridades- en ciudades como Adana, Gaziantep, Sanliurfa y Diayarbakir.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió a AFP que el número de víctimas del terremoto podría ser hasta hasta ocho veces superior.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró siete días de luto por las víctimas. “Nuestra bandera estará izada a media asta hasta la puesta de sol del domingo“, dijo en un tuit.